Buena parte de los 35 militantes de la izquierda abertzale que serán juzgados en la Audiencia Nacional desde el 16 de noviembre han comparecido esta mañana en Usurbil junto a afectados por el caso 35/02 («herriko tabernas»), precedente muy similar, y a miembros de la dinámica «Libre». Han anticipado cuál será su actitud ante esta nuevo macrojuicio político, que han decidido afrontar en clave ofensiva. Ahí se ubican las movilizaciones convocadas justo el fin de semana anterior (14-15) con carácter nacional pero en formato descentralizado, pueblo a pueblo. Se están preparando ya escenificaciones de muros populares, conciertos, charlas, comidas solidarias...
Karmele Aierbe ha subrayado que «somos plenamente conscientes de que la mejor defensa es un buen ataque. Buscamos que este juicio sea un activo para el nuevo camino abierto por este pueblo». En la sala de la Audiencia Nacional, esto se traducirá en que «responderemos que somos hombres y mujeres de paz, hombres y mujeres que queremos una Euskal Herria independiente y socialista, que luchamos por eso entre 2005 y 2007 [el periodo en que se basa el proceso] y que lo seguimos haciendo ahora».
Para voltear esta situación que se prolonga en el tiempo («el Estado no deja de ir hacia atrás desde 2011»), consideran clave la suma de fuerzas. «El secreto está en eso, está en nosotros, y con ello podemos mover la enorme roca del inmovilismo», ha asegurado Aierbe.
Para Txerra Bolinaga, de Libre, «en los momentos en que los derechos más básicos está en juego, la responsabilidad es de todos y todas». La doble jornada del 14 y 15 se plantea como una fórmula de «organizar la rabia y también el cariño».