Ramón SOLA
IRUÑEA

UPN y PP se coaligan una vez más, contra el cambio y ante Ciudadanos

Sin novedad en el frente de la derecha españolista navarra. Tras amagar con concurrir en solitario (habría sido la primera vez desde 1979), UPN volverá a ligarse en las urnas con el PP y apoyará la investidura de Mariano Rajoy en su caso. La necesidad de enfrentarse a las fuerzas del cambio y la competencia interna de Ciudadanos se han impuesto.

Un acuerdo exprés avalado por Javier Esparza y Mariano Rajoy, líderes de UPN y PP, enterró definitivamente al mediodía de ayer la opción de que tras su derrota electoral de mayo UPN emprendiera un nuevo camino independiente. Esparza decía apostar por ello, pero finalmente se impusieron dos temores. El primero, que la fractura de voto en la derecha beneficiara a las fuerzas del cambio, que podrían haber logrado hasta cuatro de los cinco escaños en ciertas carambolas (ya en mayo los 10.000 votos de Ciudadanos que no llegaron al Parlamento fueron letales para el régimen). Y el segundo, que la propia pujanza del partido de Albert Rivera terminara perjudicando a ambas siglas.

Así pues, finalmente nada nuevo bajo el sol. El acuerdo previo de las dos cúpulas se selló por la tarde, tanto en la Gestora del PPN como en la Ejecutiva y en el Consejo Político de UPN, de modo que se repetirá la coalición eterna en Nafarroa; se ha activado en todas las estatales desde 1982, sin interrupción, incluso en 2011 después de que Miguel Sanz rompiera diecisiete años de fusión UPN-PP.

La entente hace probable que la lista de derechas retenga dos de los cinco escaños en el Congreso. A los tres restantes aspirán PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e incluso Ciudadanos, aunque está ya con poco margen aparente por el acuerdo de ayer y su discurso antiforalista. De hecho, el PP empezó su campaña anoche mismo, prometiendo que el tándem respaldará los fueros como «expresión de los derechos históricos del antiguo Reino de Navarra» y también defenderá «mantener el Convenio Económico como instrumento adecuado para asegurar la libertad, estabilidad, cohesión y desarrollo de la sociedad navarra».

75% de apoyo en UPN

Con este acuerdo, UPN gana peso en la relación interna con el PP, en términos cuantitativos y cualitativos. El partido de Esparza ocupará los dos primeros puestos de la lista al Congreso, mientras el PP encabezará la del Senado. Hace cuatro años, el PP tenía el segundo diputado, si bien a UPN le correspondían los dos primeros senadores. En el cambio gana UPN dada la mayor importancia y proyección del Congreso, siempre obviamente que se logre esa segunda acta.

En cuanto a compromisos políticos, se afirma que UPN estará obligado a poco más que votar la investidura de Mariano Rajoy si llega el caso, aunque también en otras ocasiones anteriores se ha afirmado que tendría las manos libres durante la legislatura y al final se ha impuesto la dinámica de sumisión al PP. El episodio más ilustrativo fue aquella «cesión» de los diputados navarros a Coalición Canaria para que pudiera formar grupo. Se sopesa ahora que los electos de UPN estén en el Mixto.

Esta mejora del peso específico le sirvió a Esparza para vender anoche el acuerdo al Consejo Político, con 150 delegados de las bases. Dijo que aunque irán en coalición UPN dispondrá de «voz propia en Madrid». Pero el principal argumento fue de responsabilidad política: defendió unirse «en un escenario convulso, donde los independentismos y la cortedad de miras de algunos partidos nacionales puede poner en riego la realidad institucional de Navarra y España». Finalmente, la coalición obtuvo el 75% de apoyos, por lo que la votación deja fisuras en un partido ya dividido estos años.

En cuanto al PP de Nafarroa, en crisis todavía más grave, el acuerdo refleja su debilidad y su temor a medirse a UPN. La Gestora presentó el pacto como «enormemente generoso por parte del PP, demostrando su compromiso por Navarra y por España»&flexSpace;y elogió la «labor incansable» de sus militantes «en una tierra donde hacer política es complicado, y bajo las siglas del PPN todavía lo es más».

El PSN, al que también se le complica igualmente la pugna del 20D, estimó que «UPN vuelve a ser el dominguillo del PP».

 

Podemos tiene la llave de la lista única al Senado en Nafarroa, todavía posible

La opción de una candidatura conjunta al Senado que agrupe a las cuatro formaciones del acuerdo del cambio sigue abierta en Nafarroa. Las perspectivas eran peores a inicios de semana, pero la reunión de ayer no solo no confirmó la ruptura, sino que desbloqueó algunos aspectos de discusión. Las conversaciones seguirán el lunes, ya con la cuenta atrás activada.

Podemos sigue siendo la formación más reacia a una lista conjunta que con casi total seguridad sería ganadora y podría hacerse con tres de los cuatro puestos en juego. Según explicaron a Efe fuentes presentes en el encuentro, en la reunión de ayer Geroa Bai, EH Bildu e I-E aceptaron dos de las demandas del partido que lidera Laura Pérez en Nafarroa. Por un lado, que las personas candidatas asuman el código ético de Podemos, lo que supone «renunciar a puertas giratorias» o «prebendas» como planes de pensiones y limitar su salario al triple del Mínimo Interprofesional, destinando el remanente a «obras sociales navarras». Y junto a ello, que Idoia Villanueva, senadora autonómica y representante de Podemos, se integre en el grupo de Pablo Iglesias y no en el Mixto, como se planteaba hasta ahora.

Superados estos escollos, Geroa Bai, EH Bildu e I-E mantienen el criterio de que la lista de candidatos al Senado debe ser consensuada entre las tres fuerzas, dado que Podemos ya tiene a Villanueva en el Senado en virtud del apoyo de los tres en el Parlamento. Consideran que si entrara también en el reparto de los eventuales tres senadores que se podrían conseguir el 20D tendría una clara «sobrerrepresentación», y argumentan que lo lógico es que las cuatro fuerzas estuvieran representadas en la Cámara Baja.

Con todo, sigue considerándose difícil que prospere la idea. Antes ya se descartó unirse para el Congreso.