Esta mañana ha arrancado en París la 21ª cumbre sobre el cambio climático de la ONU, donde más de 150 jefes de Estado buscan «un acuerdo histórico» para poner freno al calentamiento global. La reunión se llevará a cabo en el paruqe de exposiciones de Bourget, al norte de la capital francesa.

Entre fuertes medidas de seguridad, con más de 2.800 policías y militares que vigilan las inmediaciones, y tras un minuto de silencio por los fallecidos en los ataques de París, el ministro peruano del Medio Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, ha inaugurado la conferencia que busca un acuerdo que sustituya el Protocolo de Kioto de 1997. 

En la apertura, ha tomado la palabra el presidente francés, François Hollande, que ha defendido que «nunca antes el mundo había afrontado un desafío tan grande» como «el futuro del planeta, de la vida». «Vuestro esfuerzo genera una gran esperanza que no podemos defraudar», ha añadido dirigiéndose a los mandatarios llegados a la cumbre.

Tras él, ha tomado la palabra el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, que presidirá la COP21. «Quiero transmitir una señal fuerte de esperanza de que podemos conseguir hacer frente a las consecuencias del cambio climático a través de un acuerdo», ha señalado.«No podemos conformarnos con un acuerdo de mínimos», ha añadido.

La secretaria del convenio de la ONU del cambio climático, Christiana Figueres, aseguró por su parte que París debe «abrir una vía hacia el futuro, con objetivos claros y con un acuerdo que responda a las exigencias de la ciencia».

Obama y Xi prometen «trabajar juntos»

«Como las dos mayores economías del mundo y los dos mayores emisores de dióxido de carbono, ambos hemos determinado que es nuestra responsabilidad emprender acciones», ha afirmado el presidente estadounidense Barack Obama, con su homólogo chino Xi Jinping sentado a su lado. «Nuestro liderazgo en esta cuestión ha sido absolutamente vital», ha sostenido.

El objetivo de la cita es encontrar un acuerdo que permita reducir las emisiones de gas para limitar el calentamiento global, ya que la temperatura media ha subido 2ºC desde la era preindustrial. La conferencia debe conseguir aunar voluntades y líneas rojas de todos los países del mundo y lograr evitar cualquier veto a un acuerdo.

La UE prevé que su techo máximo de emisiones será 2020, mientras que China, un país «en desarrolloç, se ha comprometido a llegar a ese máximo en 2030, tras un «salto muy importante». Sin embargo, ni China ni tampoco EEUU quieren un acuerdo «vinculante», algo que para la UE es «irrenunciable».

La cumbre llega marcada por las protestas que la han precedido, tanto en París como en otros puntos del planeta, ya que han sido más de 2.000 las movilizaciones convocadas que piden «un fuerte acuerdo climático» en las dos semanas que durará el congreso.

Concretamente en París, durante las protestas de ayer, 341 personas fueron detenidas, según confirmó el ministro del Interior Bernard Cazeneuve.