En concreto, la sanción a Iberdrola se refiere a las actuaciones realizadas mediante el incremento del precio de las ofertas de las centrales hidráulicas de Duero, Sil y Tajo, entre el 30 de noviembre de 2013 y el 23 de diciembre de 2013.
En su resolución, el organismo presidido por José María Marín Quemada señala que la manipulación realizada por la eléctrica se desarrolló en un contexto en que el mercado se situaba «ya de por sí en precios altos y en un escenario de elevada demanda».
Así, la CNMC afirma que Ibedrola, «consciente de la existencia de un escenario de elevada demanda al que corresponde el mes de diciembre, decide retirar una capacidad de producción para provocar un incremento adicional en el precio del mercado».
La CNMC indica que la conducta de Iberdrola provocó un incremento del precio del mercado diario estimado en unos 7 euros por megavatio hora (MWh).
De esta manera, estima que el beneficio propio ocasionado por esa actuación fue de unos 21,5 millones de euros, mientras que el impacto para el conjunto de la demanda se cifra en unos 105 millones de euros.
Iberdrola ya ha anunciado que recurrirá la sanción, ha negado cualquier manipulación fraudulenta de precios y ha defendido que su comportamiento en aquellos días fue «racional y legítimo». La eléctrica acusa a la CNMC de interpretar y calificar lo hechos de forma «incorrecta y sesgada».