La concejala Maider Beloki regresó a su coche el día 31 de diciembre tras haber entregado los premios de la carrera de San Silvestre, sobre las 20.20. Tiró marcha atrás sin ver que cruzaba una pareja de octogenarios y les golpeó haciendo que la mujer cayera al suelo y provocándole una fisura en la pelvis que no ha necesitado de intervención quirúrgica.

Beloki ha explicado los pormenores del indicidente después de que la noticia saltara en un medio de comunicación digital. En esa noticia se destaca que la concejala debió ser sometida a una prueba de alcoholemia, al igual que los dos ancianos. Pero en esta ocasión, no se realizó esta prueba. «No hubiera tenido ningún problema en realizar la prueba de alcoholemia en cualquier circunstancia, como no podía ser de otra manera», ha manifestado hoy la edil cuando ha salido públicamente a dar explicaciones.

La obligatoriedad de realizar las etilometrías a todos los implicados viene marcada en el protocolo habitual de la Policía, pero no viene obligado por ley, por lo que no es extraño que se priorice la atención a los heridos. El Ayuntamiento ha encargado ya un informe para que los agentes actuantes expliquen los motivos por los que no se practicaron esas pruebas, según ha indicado Xabier Ibáñez, director de Seguridad Ciudadana.

Varios agentes de Policía Municipal acudieron a atender el suceso. Se trataba de policías que formaban parte del dispositivo especial que se estableció para la carrera, ya que eran los que más cerca estaban. La primera agente en llegar, que finalmente elaboró el atestado, no iba equipada con etilómetro y priorizó la atención la pareja de ancianos. Por otro lado, como se trató de un accidente de carácter leve, no se consideró necesario desplazar a la unidad de atestados desde comisaría.

La Policía Municipal de Iruñea depende del concejal de EH Bildu Aritz Romeo, que estaba de vacaciones en Londres ese día. El jefe del cuerpo sigue siendo el mismo que nombró UPN tras la dimisión de Simón Santamaría.