«Hemos trasladado al rey la invitación para visitar Navarra después de que el Gobierno foral la retirase con motivo de la entrega de los premios Príncipe de Viana». El presidente de UPN, José Javier Esparza, ha participado en la ronda de contactos que Felipe de Borbón mantiene con los partidos españoles de cara a la investidura. Lo ha hecho en calidad de jefe de un partido, no de diputado, y sin asumir que UPN perdió las elecciones en mayo y pasó a la oposición tanto en el Ejecutivo foral como en la mayoría de instituciones. Esparza no ha llegado a Madrid para hablar sobre unos acuerdos para los que su partido es irrelevante, sino a presentarse como símbolo de «la mayoría de los navarros». A su juicio, el Gobierno foral «está dando pasos hacia el independentismo» y por eso no invita al representante de la Corona española.
La invitación al rey español ha sido formulada por un parlamentario foral que únicamente representa a UPN pero no a ninguna institución navarra. Menos aún al Gobierno, que es quien se encarga de este tipo de gestiones protocolarias. Esto no ha pasado desapercibido a la prensa. De hecho, una de las preguntas que se ha formulado a Esparza era en calidad de qué había invitado a Felipe de Borbón a Nafarroa. «Le hemos querido trasladar que Navarra es una tierra que mayoritariamente respeta la corona y que se siente orgullosa de contar con su presencia», ha señalado Esparza. Ha tenido que reconocer que «la relación se hace a través del Gobierno y esperamos que se encuentre» el momento para esa visita. «Será una buena noticia desde el punto de vista de la normalidad democrática y el respeto institucional», ha indicado.
Esparza ha comparecido en el Congreso flanqueado por sus dos diputados, Carlos Salvador e Iñigo Alli. Como está claro su voto favorable a Mariano Rajoy, el presidente de UPN ha dedicado su tiempo en lanzar soflamas contra el cambio. Ha establecido un paralelismo entre el Ejecutivo foral liderado por Uxue Barkos y un posible Gobierno alternativo formado por «independentistas, radicales y anarquistas». «Se trasladó la idea del cambio pero lo que está trayendo es sectarismo, desigualdad, menos libertad, paralización de infraestructuras y subida de impuestos», ha asegurad, en referencia al Ejecutivo apoyado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Eso sí, se ha felicitado de que las dos formaciones abertzales del bloque del cambio no hayan logrado escaño en la Cámara Baja española.
Sobre su incidencia en un futuro gabinete español, Esparza se ha limitado a afirmar que «España necesita un planteamiento claro de unidad y lealtad institucional». Además, ha eludido pedir que el Gobierno de Madrid retire la decena larga de recursos que ha presentado ante el Tribunal Constitucional contra leyes navarras. En lugar de defender las normas aprobadas por la representación de la mayoría de ciudadanos de la Comunidad foral, Esparza se ha erigido como fiscal. «De forma consciente, de forma premeditada, se han aprobado leyes que eran inconstitucionales. Se ha buscado la confrontación», ha señalado, vaticinando que el Alto Tribunal tumbará muchas de esas normas.
El PNV, por la tarde
Tras UPN está previsto que Aitor Esteban, portavoz del PNV, visite Zarzuela. Los jelkides harán su valoración a través de una nota y no por medio de comparecencia, tal y como ha hecho el resto de grupos. Hoy también estaba invitado EH Bildu pero sus diputadas anunciaron ayer que declinaban tomar parte en la ronda que mantiene el jefe del Estado español.