«La Diputación se comprometió a cerrar este tipo de vertederos y a no abrir ninguno nuevo, y ahora pretenden convertir a Debagoiena en el vertedero de Gipuzkoa. Si consentimos esto, ¿lo próximo qué será, que también traigan a Debagoiena las escorias y las cenizas tóxicas de la incineradora? », se han preguntado las personas que han tomado parte en esta comparecencia.

Su temor es que las basuras de Gipuzkoa se trasladen a Epele, en el término municipal de Bergara pero cerca del núcleo urbano de Arrasate. «Esto significa que todos los residuos que no se reciclan o composten en Gipuzkoa serán vertidos en Debagoiena sin recibir tratamiento previo alguno», han denunciado.

Además, han remarcado el agravante que supone que la elegida para depositar, según sus datos, más de 100.000 toneladas anuales, sea una comarca que solo genera 5.000 toneladas, ya que su dato de recogida selectiva es de casi el 80%, aplicando diferentes métodos.  

Respecto a las llamadas a la «solidaridad», entienden que esta no se puede reclamar desde mancomunidades que no superan el 40% –han citado Txingudi y Debabarrena– o el 50% de recogida selectiva. «Cuando empiecen a actuar con responsabilidad podremos empezar a hablar de solidaridad», han declarado.   

Estas personas han defendido que «si en todo Gipuzkoa se consiguieran los resultados de Debagoiena, no necesitaríamos incineradoras ni vertederos contaminantes», han defendido un modelo «referente a nivel europeo» que ha recibido diferentes reconocimientos y han invitado «a toda aquella persona que no esté de acuerdo en que Debagoiena se convierta en el basurero de Gipuzkoa» a sumarse a la plataforma que se va a poner en marcha.