Carlos Urquijo ha remitido este lunes un oficio al fiscal jefe de la Audiencia Nacional en el que comunica la celebración de sendos actos de bienvenida a Arnaldo Otegi en Elgoibar y Donostia los días 1 y 5 de marzo respectivamente, tras su salida de prisión, con el objetivo de que sean prohibidos al considerar que podrían ser constitutivos de «un delito de enaltecimiento».
En un comunicado, Sortu destaca que «una vez má la sociedad vasca asiste perpleja al delirio de un personaje que actúa como delegado de la metrópoli en territorio vasco, y que dedica su tiempo a rastrear la prensa en busca de actividad política legítima que perseguir y criminalizar».
En este sentido, recuerda que Arnaldo Otegi abandonará la prisión de Logroño el 1 de marzo «tras haber permanecido privado de libertad durante seis años y medio. Todo su crimen consistió en sentar las bases para un nuevo tiempo en Euskal Herria y realizar labor política en representación de una izquierda abertzale que, en aquel momento, fue ilegalizada por aplicación de la Ley de Partidos y que hoy es legal con Sortu».
La excarcelación de Otegi supone para Sortu «una excelente noticia» porque «vuelve con los suyos» y porque «la lucha política por la libertad nacional y social de Euskal Herria recupera un importante activo».
«Esto es precisamente lo que un personaje como Carlos Urquijo y el partido repleto de corruptos al que pertenece no pueden soportar. Arnaldo Otegi vuelve a casa con la cabeza muy alta, mientras el PP es un partido irrelevante en Euskal Herria que protagoniza, día sí y día también, un nuevo escándalo de malversación y saqueo del erario público», ha remarcado.
La formación independentista subraya que estos intentos de prohibición «tienen que encontrarse con una respuesta popular masiva que ponga en su sitio a quienes todavía hoy pretenden ser alguien por la fuerza y por encima de la voluntad popular de la ciudadanía».
Sortu hace por ello un llamamiento «a todos los que denunciaron en su momento el encarcelamiento de Arnaldo Otegi por injusto; a todos los que creen que el proceso de resolución necesita de la repatriación inmediata de todos los presos políticos vascos; y a quienes apuestan de manera decidida porque la sociedad vasca decida libremente su futuro, a apuntar en sus agendas los actos políticos de Elgoibar y Donostia».