Este informe ha sido entregado a los miembros de la Mesa del Parlamento. Ainhoa Aznárez, presidenta de la Cámara, ha destacado este mediodía que «no hay nada que condenar ante un incidente al que ni la afectada le prestó atención en su momento». El PP ha hecho bandera de esta cuestión.

Según señala el documento, al que ha tenido acceso NAIZ, un visitante a la exposición el día 14 de abril, jornada en la que se estaba celebrando un Pleno, comentó al agente de la Policía Foral destinado en los accesos del Parlamento, «de manera distendida», que se había quedado «muy a gusto» porque había señalado a Beltrán que se notaba que «no tenía famliares fusilados en la guerra». El agente, manteniendo el tono distenido de la conversación, recriminó al visitante, de 90 años, su actitud preguntándole si se sentía orgulloso de sus palabras. El anciano respondió que «Sí, y no le he pegado porque es mujer». El agente volvió a recriminar al visitante su actitud mientras abandonaba el edificio del Parlamento.

Tras terminar su turno, el agente intentó localizar a Beltrán, pero no la encontró. Sin embargo, comentó lo sucedido con el también parlamentario del PP Javier García. Este le respondió que «algo me ha comentado pero no le ha dado mayor importancia».

Minutos después, siempre según el informe de la Policía Foral, la propia Beltrán regresó al Parlamento y el agente le informó de la conversación mantenida con el anciano. La portavoz del PP, «en el mismo tono distendido y cordial», reconoció que esa persona se había dirigido a ella y le había llamado «sinvergüenza», pero el agente señala que «no parece querer darle mayor importancia». El informe añade que «la sensación que produce a este agente es que más bien parece tratarse de un hecho aislado y de escasa relevancia».

Sin embargo, minutos despúes el redactor de ‘ABC’ y colaborador de Navarra.com Pablo Ojer se dirigió al agente de la Policía Foral para comentar el incidente y añadió que el anciano, además de llamar «sinvergüenza» a Beltrán, insultó a Javier García llamándole «fascista» y a José Javier Esparza llamándole «tontolaba». La respuesta del agente fue que desde su puesto no presenció estos hechos, pero que la persona a la que se referían estaba identificada. El periodista comunicó al agente que publicaría un artículo sobre el incidente en Navarra.com

Avanzada la tarde, Beltrán llamó por teléfono al agente de la Policía Foral, que ya había acabdo el turno, y le preguntó si podría enviarle por WhatsApp una fotografía que le había mandado Esparza, ya que pensaban que era la persona que les había insultado. Beltrán relató al agente la misma versión que ya le contó el periodista de Navarra.com, que el anciano les había llamado «sinvergüenza», «fascista» y «tontolaba». Beltrán explicó que no quería denunciar al anciano, pero como en la fotografía aparecía con el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, quería comprobar si esa persona pudiera pertenecer al entorno de Bildu».

El agente accedió, recibió la fotografía y desmintió que la persona que aparecía en la fotografía con Asiron fuera la misma persona que le relató el incidente. Beltrán reconoció que, debido a su nerviosismo del momento, no era capaz de reconocerle, pero que los otros dos parlamentarios presuntamente increpados sí lo habían hecho.

El policía vio poco después que Navarra.com publicaba una noticia, no firmada, con el titular «Identificado junto a Joseba Asiron el violento que ha querido agredir a los parlamentarios de UPN» y que la fotografía que encabezaba el artículo era «la misma que minutos antes ha recibido de la Parlamentaria Sra. Beltrán y cuya persona no se corresponde con el anciano que ha protagonizado el episodio de esta mañana», según señala el informe.

Por ello, el agente comunicó a su superior lo sucedido y procedieron a visionar las grabaciones de las cámaras de seguridad y consiguieron realizar un seguimiento «absoluto» del anciano visitante durante toda su estancia en el Parlamento. Se comprobó que esta persona no tuvo contacto alguno con García ni con Esparza mientras permaneció en la Cámara. Además, comprobaron que la conversación con Beltrán duró 60 segundos y que «nadie presta atención ni se alarma por la misma». Asimismo, otros dos agentes pasaron «a apenas un metro» de Beltrán y el anciano mientras estaban conversando y «no observan nada extraño ni son requeridos por la Parlamentaria Foral».

A pesar de que el informe es categórico a la hora de descartar que ni Beltrán, ni García ni Esparza fueran amenazados por el visitante de 90 años, la portavoz del PP ha empleado este episodio para denunciar una supuesta persecución a su grupo y una presunta inacción de la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, para protegerles. El último ejemplo de esta campaña de denuncia se produjo cuando parlamentarios de EH Bildu denunciaron la tortura tras las detenciones de Burlata y Beltrán y García abandonaron el Pleno. El PP ha emplazado en numerosas ocasiones a Aznárez a condenar los hechos. La presidenta del Parlamento ha subrayado este mediodía que vistos los hechos recogidos en el informe «no hay nada que condenar».