El argumento del Ayuntamiento es que la medida de suspensión no afecta solo a las 53 familias que presentaron la denuncia inicial, sino que infliuye en todas las que toman parte del procedimiento de admisión en las 17 escuelas de infantiles de Iruñea, que son unas 1.200.
El recurso señala que la reestructuración que emprendió, introduciendo el euskara en las escuelas infantiles de Donibane e Iruñeko Harresia «no origina una irreversibilidad de la naturaleza o en el grado como aducen los recurrentes», ya que 52 de los 53 recurrentes «seguirían matriculados en el próximos curso en las escuelas infantiles de Pamplona e iban a continuar recibiendo la educación que proporciona» el sistema.
El Ayuntamiento añade que la medida cautelar no afecta solo a las cinco escuelas en las que se introdujeron cambios (Donibane, Printzearen Harresi, Arrotxapea, Hello Rochapea y Egunsenti) , sino al conjunto de las familias que solicitaron plaza en los 17 centros que forman el sistema, unas 1.200.