Este proyecto de extracción de potasa está siendo tramitado por la empresa Geoalcali SL, filial de la multinacional australiana Higfhield Resources, y afecta a terrenos de Iruñerria, Zangoza, Xabier, Undués de Lerda y Urriés, a solo dos kilómetros de distancia del pantano de Esa. Así lo ha explicado Enrique Miranda, vocal del Concejo de Undiano y miembro de la plataforma unitaria contra las minas de potasa en la sierra de Erreniega y Bal D´Onsella.

Esta plataforma pide que, en tanto no concluya dicho plan de participación, se amplíe el periodo de exposición pública, suspendiéndose la tramitación del proyecto de explotación “Mina Muga”, así como la tramitación de los permisos de exploración e investigación en curso y todos los sondeos previstos en los permisos ya otorgados.

También reclama que el plan de participación ciudadana contemple el resto de proyectos mineros de la Empresa Geoalcali SL en Nafarroa y Aragón, ya que afectan a un área de 550 kilómetros cuadrados en terrenos de ambos territorios.

El macroproyecto extractivo plantea la construcción de cinco minas y afecta a 34 ayuntamientos desde la sierra de Erreniega, a 5 kilómetros de Iruñea, hasta Bailo, en la Jacetania Oscense, pasando por Izagaondoa, Loiti, Zangoza y Cinco Villas. «Son más de un centenar los pueblos directamente afectados, con una ocupación del territorio muy densa, con distancias menores a un kilómetro de núcleos habitados, en muchos casos, y una población afectada de más de 50.000 personas, y con afecciones a muy poca
distancia de Iruñea y con una peligrosa cercanía al pantano de Esa», ha explicado Enrique Miranda.

La inquietud y preocupación generada por el Proyecto ‘‘Mina Muga’’ es tal que han sido numerosas las alegaciones presentadas por ayuntamientos, grupos sociales y políticos y personas particulares, planteando multitud de dudas sobre el contenido del proyecto y sus carencias técnicas sobre sismicidad, afecciones a la falla de Loiti, a la seguridad del pantano de Esa, al sistema hidrológico de la zona afectada, al riesgo de salinización de
la cuenca del río Aragón, afecciones al riego aguas abajo, al canal de Bardenas, subsidencias, hundimientos, afecciones a los núcleos urbanos de Xabier y Undués, a patrimonio histórico como el Castillo de Xabier o el Camino de Santiago.

«Además –añade Miranda– tendría afecciones territoriales o de movilidad vial, con un tránsito de vehículos pesados que sobrepasa los 1.000 trayectos de camiones diarios».

Amparándose en el apoyo social recibido, la plataforma unitaria en contra de las minas de potasa solicita sendas reuniones de urgencia con el presidente de la Diputación General de Aragón y la presidenta del Gobierno de Nafarroa.