La masacre que en la madrugada del domingo ha dejado al menos 50 muertos y 53 heridos en Orlando ha abierto de nuevo el debate sobre el control de armas en Estados Unidos, uno de los temas que más divide a republicanos y demócratas.
Algunos demócratas siguen pidiendo control de armas en un país que, tan sólo en lo que va de año, ha vivido 173 tiroteos masivos. En el otro lado de la balanza, los republicanos continúan reclamando más medidas contra lo que denominan «terrorismo islámico radical».
Así, el virtual candidato republicano Donald Trump ha arremetido contra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que señaló de ser incapaz de pronunciar esas palabras que han utilizado los republicanos.
«¿Mencionará finalmente el presidente Obama las palabras ‘terrorismo islámico radical’? Si no lo hace, debería dimitir inmediatamente», ha reclamado Trump, a través de su cuenta oficial de Twitter. «"Nuestro liderazgo es débil e ineficaz», ha criticado.
En el mismo sentido se ha expresado hacia su previsible rival en la carrera a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton, a quien instó a abandonar la contienda «si sigue siendo incapaz de decir las palabras ‘islam radical’».
El senador demócrata de Connecticut, Chris Murphy, ha vuelto a traer a colación el fracaso del Congreso, con mayoría republicana, a la hora de establecer medidas de control de armas.
«El Congreso se ha convertido en cómplice de estas muertes por su total e inconscientemente atronador silencio», ha asegurado en un comunicado, recogido por la cadena CNN. «Esto no tenía que haber ocurrido, pero esta epidemia no tendrá fin si el Congreso sigue sentado de brazos cruzados sin hacer nada, una vez más».
El candidato demócrata Bernie Sanders, que también ha condenado el ataque, ha pronunciado comentarios en una línea similar, durante la emisión de ‘Meet the Press’ de la NBC. «No deberíamos vender armas automáticas diseñadas para matar a gente. Tenemos que hacer todo lo que podamos para asegurarnos de que las armas no caen en manos de gente que no debería tenerlas, de criminales, de gente que está mentalmente enferma. Así que la batalla continúa».