Egiari Zor ha reunido esta mañana a diferentes colectivos de víctimas del Estado para que contaran sus experiencias y testimonios, en pequeños grupos, y así poder trasladar sus opiniones respecto al proyeco de Ley de Víctimas de abusos policiales que se está desarrollando en el Parlamento de Gasteiz.

Tras dos horas de debate por grupos, las portavoces de Egiari Zor han recogido algunas ideas puestas sobre la mesa para elaborar una conclusión. No han podido contar cuáles han sido todas las opiniones, pero se han comprometido a hacerlo más adelante. Consideran que deben hacerse más reuniones de víctimas como la llevada a cabo en Miramar para que la voz de los afectados tenga eco en la sociedad. De hecho, consideran que el proyecto de Ley es positivo, aunque han echado en falta que se cuente con la opinión de las propias víctimas. «Lo que hemos pasado solo lo podemos contar nosotros», han asegurado.

Por otro lado, han criticado el nombre que se le quiere dar a la ley por considerarlo «abstracto», ya que no se recoge quienes son las víctimas. Piden que indique cuáles son las víctimas para que así sean reconocidas desde el principio. Además, han valorado positivamente que se haya dado la oportunidad a las víctimas de antes de 1960 a inscribirse, porque hubo muchas que no tuvieron ocasión a hacerlo en su momento, pero a su vez creen que no debe haber paréntesis en las fechas. «Hubo diversos actores que ejercían la violencia en distintas épocas, pero la violencia en este país ha sido continua, desde 1936 hasta ahora», han subrayado.

En cuanto al plazo de inscripción, han opinado que ha sido escaso, puesto que muchas peticiones llegaron fuera de plazo. «Al reconocimiento no se le pueden poner plazos», han indicado explicando que a algunas personas les cuesta contar lo que han sufrido, y cada uno tiene su ritmo. Por eso, piden que las víctimas puedan inscribirse cuando quieran.

Otro de los puntos mencionados han sido las secuelas. Piden que a las siquicas y morales se les de la misma importancia que a las físicas, porque estas también pueden afectar a la vida para siempre. En ese sentido, también han exigido igualdad en la reparación. Aunque las indemnizaciones no son su prioridad, dado que algunas víctimas reciben cierto trato, ellos también lo exigen porque «si todos somos iguales en los derechos, también en las medidas de reparación».