La abogada, política y activista social Doris Benegas Haddad, dirigente de Izquierda Castellana, falleció ayer en Valladolid a los 64 años tras luchar durante los últimos meses contra un tumor abdominal.
Nació en 1951 en Caracas, ciudad a la que se exilió su padre tras la Guerra del 36. Con cuatro años llegó a Donostia, donde estudió Derecho, lo que le llevó a interesarse por temas relacionados con la discriminación de la mujer y la economía política, antes de trasladarse, a los 21, a Valladolid para trabajar en la factoría de Fasa-Renault, donde participó en las luchas obreras de los últimos años de la dictadura de Franco. Formó parte del Movimiento Comunista de Castilla y León y desde 2002 en Izquierda Castellana, que fundó e impulsó.
En las primeras y segundas elecciones municipales tras la muerte de Franco fue candidata a la Alcaldía de Valladolid por Unidad Popular-Pueblo Revolucionario.
Siempre estuvo muy vinculada a la izquierda abertzale y prestó asistencia jurídica a presos políticos vascos. Tomó parte activa en las iniciativas contra la ilegalización de la izquierda abertzale y, en 2009, figuró en el segundo puesto en las listas de Izquierda Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos (II-SP) en las elecciones al Parlamento Europeo, candidatura de la que formaba parte la izquierda abertzale, ilegalizada cinco años antes. En las generales del pasado 20 diciembre fue candidata al Senado por IU.
Compaginó la política con el compromiso social a través de numerosos movimientos que ayudó a crear e impulsar, entre ellos, el feminista.