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Kipyegon bate a Dibaba en el 1.500, récord para el navarro Sergio Fernández

Medalllas de oro para la keniata Faith Kipyegon en 1.500, el jamaicano Omar McLeod en 110 vallas y el canadiense Derek Drouin en altura. El atleta de Iruñea ha mejorado el récord estatal de 400 vallas, que databa de 1987. Página especial de NAIZ.

La keniata Faith Kipyegon celebra emocionada su victoria en el 1.500. (@rio2016_es)
La keniata Faith Kipyegon celebra emocionada su victoria en el 1.500. (@rio2016_es)

La keniata Faith Kipyegon, de 22 años, ha batido a la etíope Genzebe Dibaba en la final de 1.500 metros, tomándose la revancha de su derrota el año pasado en los Mundiales de Pekín. Dibaba, campeona y plusmarquista mundial de 1.500 metros, ha logrado al fin su primera medalla olímpica, pero no la que esperaba.

La veterana Jennifer Simpson las ha acompañado en el podio, dando a Estados Unidos su primera medalla olímpica en un 1.500 femenino.

El iruindarra Sergio Fernández, subcampeón de Europa de 400 metros vallas, no ha podido clasificarse para la final olímpica, pero ha borrado de las listas el récord estatal más longevo, que databa de hace casi 29 años.

El vallista navarro, tercero en su serie, ha firmado un registro de 48.87 –quince centésimas menos que su anterior plusmarca personal–, frente a los 49 segundos exactos que logró  José Alonso Valero el 31 de agosto de 1987 en las semifinales de los Mundiales de Roma.

En el 110 vallas, victoria para el jamaicano Omar McLeod, con medalla de plata para el español de origen cubano Orlando Ortega –fue sexto en Londres 2012 bajo bandera del país caribeño– y bronce para el reciente campeón de Europa, el francés Dimitri Bascou.  

El canadiense Derek Drouin, actual campeón del mundo de altura, ha alcanzado la gloria olímpica con una marca de 2,38 metros, cuatro años después de compartir el bronce con otros dos saltadores en Londres.

El catarí Mutaz Essa Barshim, que partía como favorito, ha tenido de conformarse con la medalla de plata con 2,36, y el ucraniano Bogdan Bondareko se ha alzado con la de bronce con 2,33.

Por otro lado, el pertiguista francés Renaud Lavillenie ha vuelto a sufrir los pitos del público, esta vez durante la ceremonia de entrega de medallas. El galo ya sufrió durante la competición las molestias de la torcida brasileña, cuando peleaba por el oro con el local Thiago Braz da Silva.

Enfadado por un comportamiento inhabitual en una prueba de atletismo, Lavillenie comparó los silbidos con el ambiente duro que se vivió en el año 1936 contra Jesse Owens en los Juegos de Berlín, si bien luego pidió perdón por lo exagerado del símil.