Aunque desde hace varias semanas se venía especulando con la posibilidad de que el veterano ariete regresase al equipo que le vio nacer como profesional –en principio como moneda de cambio en la operación para incorporar a Sergio León-, no ha sido hasta hoy cuando el preparador de Campanas lo ha confirmado de manera categórica.

Nino llegó el verano de 2011 procedente del Tenerife –el conjunto canario acababa de bajar a Segunda B- y durante las cinco temporadas que ha permanecido en Osasuna ha protagonizado una trayectoria de altibajos. Desde no confirmar la condición de goleador –ha marcado 27 dianas en esos cinco años- con la que llegó a la entidad rojilla, lo que derivó en que en enero de 2014 estuviese a punto de quedarse sin ficha después de estar prácticamente apartado del equipo, hasta recuperar protagonismo con el descenso a Segunda.

Lo que no se puede dudar, sin embargo, es de la enorme profesionalidad del atacante andaluz, que no dudó en quedarse en Iruñea cuando venían más malas que buenas, y del trabajo que siempre ha desarrollado sobre el campo. «Es el profesional más grande que he visto en toda mi carrera deportiva, un ejemplo brutal para todo el vestuario. Nunca me permitió que le quitase ningún entrenamiento, pese a que insistí en ello; me da mucha pena que se vaya», se ha deshecho en elogios Martín hacia el delantero.