La valentía ha caracterizado la visita de Osasuna al Real Madrid.. Pudo apostar por cerrarse, sabiendo que al final lo más probable es salir igualmente derrotado, pero ha optado por el descaro para dejar una imagen buena y un resultado para el olvido.
Ni el tanto tempranero ha cambiado los planes de Enrique Martín Monreal. No contaba con esos puntos antes de jugar, así que invitó a sus jugadores a intentar disfrutar. Se han encontrado con el regreso de Cristiano Ronaldo. Y han seido seis los minutos en los que ha tardado en volver a marcar el delantero portugués.
Avisaba Riviere de la intención de Osasuna con un disparo al lateral de la red y a la siguiente acción ha llegado el primer castigo. Bale ha devorado el espacio y ha asistido a Cristiano para concederle el gol.
Nada ha cambiado el gol. Osasuna ha decidido hacerse con el mando del partido y el Real Madrid se ha encontrado cómodo en el repliegue, explotando unos contragolpes que con la figura de Morata incluso aumentan el vértigo. Benzema esperaba su oportunidad en el banquillo y Álvaro se dejaba la piel en cada acción. Defendía en propio campo, lanzaba desmarques intercambiando posición con Cristiano y dejándose caer a la izquierda, desde donde asistió con precisión. Kroos ha perdonado la primera disparando al lateral de la portería.
Gareth Bale seguía con su partido de brillantez con un bonito giro con control de espaldas a 30 metros de la portería y un latigazo de zurda que obligaba a la estirada de Nauzet. A Osasuna le sobraba posesión y le faltaba pegada.
Las llegadas del Real Madrid eran aisladas pero con aroma de gol. Sergio Ramos avisaba de lo que estaba por llegar con un testarazo cruzado tras córner. La movilidad de Kovacic ayudaba a los ataques verticales blancos y Pepe, también de estreno, inventaba un pase en largo a la espalda de los centrales que Cristiano decidía no rematar de cabeza y hacerlo de zurda sin dejarlo caer. No ha encontrado puerta.
Eran momentos en los que el Real Madrid era demasiado directo, pero así puso la sentencia al duelo. Unai ha sorprendido a todos con un cabezazo potente que ha repelido el travesaño de la portería de Casilla y, de nuevo, en la siguiente acción ha llegado el gol local. Cristiano la ha picado, ha rematado Morata, ha sacado Nauzet con media salida y el balón ha caído muerto a Danilo que no ha perdonado.
Se ha desatado el Real Madrid que ya no ha tenido freno hasta el final. Morata ha vuelto a desequilibrar por la izquierda y Bale ha perdonado el tercero. No ha dejado escapar la suya Ramos. En jugada calcada a la anterior que ha tenido, tras córner, ha aprovechado la ausencia de marcaje para coger carrerilla y rematar con potencia a la red el tercero en el broche del primer acto.
Ha nacido la segunda parte con ritmo de ida y vuelta, la amenaza de goleada sonrojante no ha amilanado a Osauna. Ha dejado espacios en defensa, con los laterales superados, y el Real Madrid ha comenzado a ser un vendaval. Pepe marcaba el cuarto tras doblar con su remate, de nuevo tras córner, las manos de Nauzet.
Bale acariciaba el quinto que lo firmaba Modric con un buen disparo de derecha.
Ha sido cuando Zidane pensó en el calendario y el maratón de partidos que asoman. Ha retirado a Modric, ha dejado en 65 minutos el regreso de Cristiano y hasta ha sustituido a Bale. Mientras, Osasuna buscaba goles que premiasen en el marcador su esfuerzo e imagen.
El primero lo ha firmado Oriol Riera con un buen remate de cabeza a pase de De las Cuevas. El colegiado Fernández Borbalán ha impedido el segundo por no dar ventaja tras gol y señalar un claro penalti de Ramos que ha parado Casilla a Roberto Torres.
Y ha sido David García el que ha firmado el segundo para que la afición osasunista se marchase orgullosa del Santiago Bernabéu.