«Aún no hemos podido contarle cómo murió ama» ha denunciado su familia. Josune Arriaga tenía autorizada una comunicación extraordinaria para la tarde de este jueves, pero antes de eso ha sido llevada de regreso a la prisión de Topas, Salamanca, ha indicado Etxerat. Además, era la oportunidad para estar con sus sobrinos sin que estos tengan que llevar a cabo un viaje de 900 kilómetros, entre ida y vuelta.
Etxerat ha recordado que cinco días antes del fallecimiento de su madre, Instituciones Penitenciarias había denegado el traslado que la presa vasca había solicitado para poder visitarla. «Eso de que se está muriendo, lo dices tú» fue la respuesta de la cárcel.
El día 7 de setiembre fallecía finalmente su madre y el día 9 Arriaga fue trasladada a Iruñea para asistir al funeral. A pesar de haberlo solicitado, no le autorizaron asistir a la incineración.
Etxerat considera que «es en estas ocasiones cuando más visible queda el espíritu de venganza presente en la actual política penitenciaria. Ese, y no otro, es el verdadero objetivo de la política de dispersión».