El sindicato recuerda que «la reversión de las cocinas hospitalarias formaba parte del acuerdo programático del cuatripartito. El Gobierno ha tardado un año y medio en afrontar este tema y lo ha hecho de manera parcial, es decir, con una reversión de solamente una fase de la elaboración de la comida hospitalaria». Por ese motivo, exige que el proceso de reversión sea llevado hasta el final».

Asimismo, pide que «se revise la composición de la comisión encargada de este asunto. No resulta fiable que en el proceso de preparación de la reversión hayan participado personas como Olga Viñes, que en su día colaboraron en la privatización y ocultamiento de las irregularidades cometidas por Mediterránea de Catering».

LAB añade que «la privatización supuso el deterioro sin precedentes de la calidad de la alimentación en el CHN, mayores cargas de trabajo para el personal celador de Osasunbidea y 200 despidos injustificados… Todo para que UPN pagase los favores debidos al Banco de Santander (participante en el fondo de inversión dueño de Mediterránea de Catering)».

El sindicato concluye que «la recuperación de este servicio para la gestión pública era y es un clamor, por lo que desde LAB reiteramos que se cumpla lo acordado en el acuerdo programático y todo el servicio revierta a lo público».