La Guardia Civil ha enviado un informe sobre lo ocurrido en la madrugada del 15 de octubre en Altsasu, donde tras una trifulca en un bar a las 05:00, dos jóvenes fueron detenidos acusados de agredir a dos guardias civiles. Ambos quedaron en libertad con cargos. La versión inicial que difundió tanto el instituto armado como la mayoría de medios de comunicación apuntaba a un linchamiento por parte de 50 o 60 jóvenes de la localidad. Sin embargo, tanto la declaración que realizó ante la Policía Foral la pareja de uno de los militares como el informe al que hace referencia ‘Diario de Noticias’ desmiente por completo esta versión.
De hecho, hay contradicciones entre la declaración de los dos agentes y la novia de uno de ellos y lo declarado por la pareja del otro el mismo día de los hechos ante la Policía Foral, mientras que el resto lo ha hecho ante la Guardia Civil y tras varios días. Los testimonios de unos y otros se contradicen sobre el momento en el que el teniente se fracturó el tobillo, ya que mientras él ha señalado que el pisotón lo recibió dentro del bar, su pareja ha señalado que fue en la calle donde le pisaron y le dieron un puñetazo.
Por tanto, las tres denuncias que hasta la fecha no eran conocidas son distintas a la realizada inmediatamente después de los hechos. Pese a ello, todos coinciden en que no fueron 50 o 60 personas las que participaron en la trifulca.
El informe tampoco aprecia un delito de «terrorismo» tal y como demanda Covite, pero observa «indicios» de un posible «delito de odio», algo que dejaría el caso en Nafarroa sin que entrase la Audiencia Nacional española, pero que podría conllevar penas de entre uno y cuatro años de prisión. Por el momento, además de las dos personas detenidas, hay otras seis personas identificadas mediante reconocimiento fotográfico.
Para acreditar dicho «delito de odio» la Guardia Civil ha completado el informe con documentación del movimiento Alde Hemendik y Ospa! Mugimendua que se remonta hasta los 80.
El pasado sábado más de 2.000 personas salieron a las calles de Altsasu para denunciar «un nuevo montaje policial y mediático».