Así lo revelan en una nota, en la que explican que los denominados ‘techos verdes’, además de influir en la mejora del clima de la ciudad, también optimizan el aislamiento térmico, el almacenamiento de calor del edificio y su aislamiento acústico.

Están compuestos por diversas capas; cuentan con una membrana impermeable, una aislante, otra de aireación y almacenamiento de agua y una barrera antirraíces, además del sustrato donde crecen las plantas.

El colectivo también propone que sean utilizados los distintos niveles del Civivox como ‘balcones comestibles’ por los vecinos del barrio.

Los balcones comestibles «embellecen las fachadas además de proporcionar alimentos frescos y solo necesitan un espacio soleado, un recipiente adecuado y acceso al agua para el riego».