Las bases de este concurso incluyen, además de los objetivos urbanísticos del Ayuntamiento, las aportaciones de los vecinos del barrio, que a lo largo de septiembre, octubre y noviembre han podido participar en un proceso público para aportar su visión, inquietudes, deseos y necesidades sobre este parque, que cerrará el barrio por el sur.

Este concurso se desarrollará en dos fases. En una primera, los posibles concursantes deberán presentar sus propuestas, que responderán a lo requerido en los objetivos urbanísticos y que tendrán en cuenta el resultado del proceso de participación pública. Su plazo de entrega será de un mes natural. De los proyectos que se reciban, el jurado seleccionará cinco propuestas, que pasarán a la siguiente fase.

En esta nueva fase, los proyectos seleccionados se someterán a un proceso participativo para que los vecinos puedan aportar su visión y sugerencias sobre ellas. El resultado de este segundo proceso de participación se facilitará a los licitadores para que puedan realizar su propuesta final al concurso de proyectos, donde deberán explicar cómo interpretan y recogen esas nuevas sugerencias.

Cada uno de los cinco proyectos seleccionados en la primera fase recibirán un premio de 6.000 euros. La propuesta finalmente elegida en la segunda fase será premiada con la adjudicación del contrato de redacción del proyecto. El presupuesto de esta licitación es de 193.600 euros.

Las aportaciones de los vecinos
El nuevo parque Txantrea sur es un espacio de casi 100.000 metros cuadrados que se extienden, de oeste a este, entre el puente de la Magdalena y el límite de Burlata. Limitará al norte con la nueva calle prevista en el Plan Municipal, en paralelo a la calle Corella, y al sur, con el Camino de Santiago y la Magdalena.

En el proceso participativo, desarrollado durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, han tomado parte vecinos del barrio y áreas próximas, así como agentes clave y grupos de interés afectados por el proceso, entre los que se incluyen a los colectivos sociales del barrio, los colectivos con movilidad reducida, los grupos de personas mayores, las cooperativas, etc.

En líneas generales, los vecinos proponen un parque multifuncional, muy usable, y que permita muchas formas de vivirlo y abierto a todo tipo de ciudadanía, tanto del barrio como de la ciudad, que favorezca la conexión intergeneracional, integre a todo tipo de personas y sirva de elemento dinamizador del barrio. Promueven también una visión innovadora del espacio, que integre cuestiones sociales, ambientales y económicas, concibiendo el parque como un lugar de encuentro y eventos culturales, pero también de producción, educación, valoración del patrimonio, etc.

Respecto a las funciones y usos del parque, se priorizan los siguientes: espacio lúdico (100% de las aportaciones), descanso, paseo y esparcimiento (100%), espacio inclusivo e intergeneracional (98%), espacio de educación y formación (97%), zona de encuentro, integrando usos del barrio (hogueras de San Juan y otros) (95%), aumento de la biodiversidad (90%), espacio para la integración social (86%), área de juegos y práctica informal de deporte (81%), regeneración de un espacio degradado (79%), espacio terapéutico (74%), patrimonio histórico-artístico (71%), huertos de producción urbana (57%), función protectora: laminación de inundaciones (55%), y producción de energía (26% de las aportaciones).