NAIZ
BILBO

Alex Txikon intentará la invernal del Everest sin oxígeno

El alpinista Alex Txikon intentará en las próximas semanas ser el primero de la historia en subir el Everest en invierno y sin oxígeno. Partirán hacia Katmandú el 25 de diciembre y calculan que intentarán hollar la cumbre a finales de febrero.

Alex Txikon, durante la presentación de la expedición al Everest. (Juanan RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Alex Txikon, durante la presentación de la expedición al Everest. (Juanan RUIZ/ARGAZKI PRESS)

Alex Txikon se enfrentará en las próximas semanas a un nuevo reto: el Everest invernal, sin oxígeno.

La montaña más alta del mundo fue escalada en invierno por el mítico polaco Krysztof Wielicky y su compañero Leszek Cichy, en 1980, aunque en una ascensión con oxígeno artificial y apoyándose en una expedición de veinte miembros.

Según ha explicado en una comparecencia en Bilbo, conforme a las «normas» vigentes actualmente entre los alpinistas de elite, Txikon irá sin oxígeno y con un equipo muy corto, ninguno de renombre internacional.

Su compañero será Carlos Rubio (28 años), cuya última actividad puntera ha sido la escalada en los Alpes de la reputada vía ‘Divina providencia’, a vista, lo que le ha valido el premio federativo a la mejor actividad del alpinismo europeo.

Los otros dos miembros de la expedición serán dos conocidos cámaras de montaña, también alpinistas, Aitor Bárez y Pablo Magister. Serán los encargados del rodaje, ya que el objetivo es filmar la escalada para hacer una película.

Sólo usarán sherpas –cinco– para equipar la cascada del Khumbu, la zona de bloques de hielo que une el campo base con el uno, un laberinto de seracs que necesitan ser equipados con escaleras y cuerdas.

A partir de ese punto, pasada la cascada, equiparán la montaña solos. Irán por la ruta normal, la sur, y su idea es instalar cuatro campos de altura.

De la dificultad de la tarea da idea el hecho de que en los últimos 23 años nadie ha intentado escalar el Everest en invierno. Txikon ha explicado que no sabe si coincidirán con alguna otra expedición, lo cual puede ser «bueno o malo», ya que si se llevaran bien se ayudarían a equipar, pero si no, acarrearía una competitividad de la que el montañero vizcaino siempre ha querido huir.

Saldrán de Bilbo hacia Katmandú el día de Navidad y esperan estar en el campo base para el 5-6 de enero. Después, las condiciones de la montaña marcarán el avance, con la previsión de intentar la cumbre a finales de febrero.

El alpinista de Lemoa ha subido once de los catorce ocho miles pero no ha escalado el Everest. Ha comentado que ecesitarán «paciencia, mucho compromiso y suerte» para afrontar la carga de nieve, vientos de hasta 150 kilómetros por hora y una temperatura que arriba puede llegar a 60 grados bajo cero.