La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, junto con el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, el alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, el diputado foral de Transportes, Movilidad y Cohesión del Territorio de Bizkaia, Vicente Reyes, el director general de ETS, José Luis Sabas, y su homólogo de Euskotren, Imanol Leza, han visitado este miércoles, en la estación del Casco Viejo, las obras de la línea 3 del metro.

Según ha explicado Arantxa Tapia, Euskal Trenbide Sarea está compaginando la obra civil y las instalaciones, que ha supuesto una inversión de 279 millones de euros financiados a partes iguales por el Gobierno de Lakua y la Diputación vizcaina, para conseguir que «en primavera podamos ver circular los trenes y las personas de una forma natural».

En ese sentido, ha anunciado que a lo largo de finales de febrero y comienzos de marzo Euskotren pondrá en funcionamiento, sin viajeros, las unidades que van a estar circulando después para comprobar que todo está de forma correcta.

Tapia ha destacado la ubicación de la futura estación intermodal del Casco Viejo «en el centro de Bilbao». «Es el corazón del proyecto, donde vamos a unir las tres líneas, y donde vamos a dar cabida a que las personas que van de un lugar a otro puedan encontrarse», ha señalado, para recordar que por la nueva estación del Casco Viejo «pasarán alrededor de 10 millones de viajeros al año».

La línea 3, con sus casi seis kilómetros de longitud, cuenta con siete paradas (Matiko, Uribarri, Casco Viejo, Zurbaranbarri, Txurdinaga, Otxarkoaga y Etxebarri), y conectará a los barrios del norte de Bilbo y al Txorierri, a través del nuevo túnel de Artxanda, con la red de ferrocarril metropolitano, al tiempo que facilitará la entrada hasta el centro de la capital vizcaina a las personas viajeras procedentes de Durangaldea y Urdaibai.