El preso lasartearra Ibon Fernandez Iradi asume que la decisión de mantenerlo en prisión «estaba tomada antes de que se celebrase el juicio», tal y como apunta en una entrevista concedida a Berria. Una decisión que, entiende, «es política» ya que cumple «todos los requisitos para finalizar el encarcelamiento, tanto por mi salud, como por las condiciones carcelarias».

Tras la decisión del juzgado francés de apelación de rechazar la solicitud de excarcelación, confirma que, «en principio», acudirán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. «Andar de juzgado en juzgado y ver como nos tratan a los vascos nos ha dado experiencia, pero rendirse, nunca».

«Es evidente que la esclerosis no se puede tratar en prisión. Es más, lo más probable es que la enfermedad empeore y se acelere», añade. Fernandez Iradi recuerda que los propios médicos enviados por los juzgados dictaron varios aspectos del tratamiento como las visitas anuales del neurólogo y las sesiones de fisioterapia semanales. «Hace tres años que no veo al neurólogo y es imposible realizar una sesión de fisioterapia a la semana».

Del mismo modo, considera que cinco años después del alto el fuego de ETA, la situación de los presos políticos vascos en el Estado francés no ha mejorado. Sin embargo, celebra la activación de la sociedad civil, algo que agradece «a nivel personal».