Mikel Zuluaga y Begoña Huarte, activistas vascos detenidos en Grecia cuando trabajaban en solidaridad con los refugiados, han ofrecido su primera entrevista a Pikara Magazine tras quedar libres pero bajo fianza.
En ella, afirman estar «orgullosos» de su acción, «orgullosos de los momentos que hemos compartido con los refugiados, aunque nos apena no haberlos traído con nosotros». Sin embargo, consideran «cumplido» el objetivo político de su acción.
Sobre ello, indican que su objetivo era la de «romper la barbarie de las fronteras, donde miles de personas mueren diariamente». Y, aunque fuera un ejercicio simbólico, remarcan que ha sido una acción colectiva que buscaba reivindicar lo hecho: «Hemos querido reivindicar que los gobiernos europeos no cumplen con los derechos humanos».
Han quedado gratamente sorprendidos por la respuesta social que ha habido en contra de su detención, pero han querido dejar claro que los protagonistas de todo esto son los propios refugiados: «Nos da miedo convertirnos en las estrellas de esta historia». «Es verdad que no nos ha salido, pero de estas se aprende y volveremos de nuevo», sentencian.