A pesar de la necesidad de remontada por el 3-1 de la ida, al Villarreal le ha faltado intensidad en el tramo inicial del partido, y de ellos se ha provechado una Real, que, consciente de su ventaja, controlaba el partido sin agobios.

Tras un buen centro de Zaldua, Oyarzabal batía a Asenjo a los quince minutos tras controlar el balón dentro del área y superar el marcaje de Álvaro y colocaba el 0-1 en el marcador con el que dificultaba aún más la empresa del Villarreal.

Acto seguido el árbitro ha errado al anular un gol de Samu Castillejo por fuera de juego. La acción ha encrespado a la afición del Estadio de La Cerámica ya que el gol daba vida a su equipo con mucho tiempo por delante.

El partido ha seguido sin tener un dominador claro y salvo un balón al palo de Santos Borré y una ocasión de Zaldua los porteros apenas han vivido situaciones de serio peligro hasta que en el último minuto de este periodo el Villarreal ha empatado.

Una falta directa de Sansone se ha estrellado en el palo y el rechace ha sido aprovechado por Roberto Soriano para marcar casi a placer después de que el guardameta Rulli estuviera batido en su intento de detener la falta.

En la reanudación, el Villarreal se ha hecho con el control de la pelota pero sin consecuencias para Rulli, ya que la Real se ha dedicado a controlar bien las inmediaciones de su área para evitar un gol que diera alas al equipo de Fran Escribá.

El partido ha decaído en su intensidad conforme avanzaba este segundo periodo. El Villarreal tocaba el balón pero no lograba acercarse a las inmediaciones de la portería del equipo donostiarra con peligro, mientras que la Real ha dejado la iniciativa a su rival pero ha destacado en la intensidad de su trabajo defensivo.

A dos minutos del final, y fruto de la frustración, el ítalo-germano Sasone ha sido expulsado con tarjeta roja directa por una dura entrada a Elustondo, lo que aún ha mermado más al Villarreal en su intento de acortar la ventaja de la Real.