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Aseguran que el cierre del chalet de Caparroso se debió a presiones sobre el Ayuntamiento

Alde Zaharreko Gaztetxea ha hecho público un comunicado en el que asegura que el cierre del chalet de Caparroso se debió a las presiones externas y a las tensiones internas que sufrió el Ayuntamiento de Iruñea y no a motivos de seguridad, como se aseguró en su momento. El colectivo se apoya en unos comentarios de la directora del área de Conservación Urbana y Proyectos del Consistorio, Cristina Arregi, en los que señalaba que las obras realizadas no implicaron un riesgo específico sobre la estructura del edificio.

Vista del chalet municipal de Caparroso. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
Vista del chalet municipal de Caparroso. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

En la citada nota, Alde Zaharreko Gaztetxea expresa «su sorpresa por las declaraciones de Cristina Arregi acerca de que las obras no implicaron un riesgo específico sobre la estructura portante del edificio; algo que el Gaztetxe ya sabía de antemano y había venido reiterando públicamente».

Lamenta que, en su momento, «nadie otorgó credibilidad a nuestras palabras, mientras, se dejaron correr bulos de que habíamos derribado muros maestros (parte de la estructura portante) presas de nuestra inconsciencia e irresponsabilidad tácita. Es más, el Ayuntamiento excusó públicamente que dicha razón era la esgrimida para proceder al desalojo. Ahora, a raíz de lo comunicado por Arregi, parece ser que teníamos razón. Una vez más, volvemos a reiterar que toda obra realizada en el inmueble se hizo bajo supervisión técnica de una arquitecta de confianza y respetando los planos acordados con el Ayuntamiento».

El colectivo añade que «Arregi ha mencionado dos ‘consecuencias’ supuestamente producidas por las obras: por un lado, que motivos de seguridad de por medio, las obras provocaron el cierre del edificio; por otro lado, que también causaron la rescisión de la cesión en precario. Pero al realizar un análisis más pormenorizado de los hechos, podemos entrever que las decisiones tomadas tienen causas bien diferentes a las afirmadas»

En su opinión, «cuando la presión de los medios de la oposición se volvió insoportable, se produjeron tensionamientos en el seno del Gobierno del Ayuntamiento. Ciertas fuerzas políticas, por el bien único de sus intereses, pidieron replantear las prioridades del Ayuntamiento y retiraron su apoyo en lo concerniente al tema. A raíz de eso, tal vez con el fin de calmar las tensiones internas – tal vez queriendo esquivar la presión de la oposición –, el Ayuntamiento firmó la rescisión de la cesión en precario. Pero viendo que la tensión y la presión se mantenían, esgrimieron el argumento de ‘por motivos de seguridad’ para ordenar el desalojo del Gaztetxe».

Al mismo tiempo, destaca «una razón fundamental del conflicto, esta es, las diferentes formas de entender el significado del concepto y la práctica de la autogestión. Según lo afirmado por Arregi, en tanto se finalicen las obras del edificio, el Ayuntamiento llamará a un concurso público con el objetivo de crear un espacio juvenil autogestionado. Tenemos que desmentir esta afirmación: el Ayuntamiento nunca nos ha ofrecido autogestión. Es más, en tanto que el Ayuntamiento está bajo el peso de la ley, no puede ofrecernos autogestión a no ser que incumpla la ley. Sabedores de esto, nos han propuesto caminos intermedios, más cerca de la cogestión que de la autogestión, aunque luego hayan disfrazado dichas propuestas con la palabra autogestión».

Al respecto, Alde Zaharreko Gaztetxea añade que «cuando hemos realizado obras por cuenta propia –bajo supervisión de la arquitecta y basándonos en los planos acordados–, cuando hemos construido una barra o hemos celebrado conciertos para la autofinanciación del proyecto, cuando hemos realizado decenas de actividades para la juventud y el Movimiento Popular del barrio lo hemos hecho siempre basándonos en la práctica de la autogestión y, en opinión de la oposición, de ciertas fuerzas del Gobierno y de la ley, nosotras hemos cumplido suficientes delitos como para ser desalojadas. Ante eso tenemos que decir, que sin autogestión económica no hay autogestión, y en cuanto esa posibilidad esté prohibida, no tendremos otra opción que saltarnos la ley para defender nuestro proyecto».

Por último, quiere «hacer llegar dos cosas al vecindario de Alde Zaharra: primero, que no crea en las versiones vanidosas y difamatorias divulgadas por los medios de la oposición y alimentadas por ciertas fuerzas del Gobierno; segundo, que nunca aceptaremos ningún espacio juvenil que no sea 100% autogestionado».