Iñaki IRIONDO

Memoria con «valoración expresa» solo sobre ETA

En la presentación de un plan hay texto, contexto y miradas. Y cuando incidió en la reflexió ncrítica del pasado, Jonan Fernández miró, en exclusiva, a EH Bildu. Afirma que de todas las conculcaciones de derechos humanos, las de ETA merecen «valoración expresa», con lo que Pili Zabala dijo sentirse «humillada».

Jonan Fernández compareció ayer en el Parlamento para hacer la presentación de las líneas generales de actuación de «la que será (sic) Secretaría General de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación», antes de «Paz y Convivencia». Allí hizo una valoración positiva de los avances de la legislatura pasada y colocó «el mayor vacío» en el campo de la incapacidad de los partidos para alcanzar acuerdos. En su última intervención dejó claro que si asumía compartir algunos errores era como un recurso dialéctico constructivo.

Además, enumeró 14 iniciativas que incluyen el «desarme y disolución de ETA» y una política penitenciaria que pide el acercamiento, la transferencia de la competencia de prisiones y anunció un decreto que «en la línea con la corriente europea de justicia restaurativa, regule y promueva las políticas públicas de reinserción». Habrá que ver en base a qué competencias se redacta esta norma.

«Acabamos de salir...»

Oficialmente los discursos y los planes del Gobierno de Lakua pretenden dar respuesta a todas las conculcaciones de derechos humanos, pero subyace en el lenguaje y hasta se dice expresamente, que lo importante es lo de ETA.

«En Euskadi acabamos de salir, después de décadas, de un periodo negro y traumático de terrorismo y violencia», leyó Jonan Fernández, y esa salida se identifica con el final de la actividad armada de ETA. Por eso ya no hay mención a la «paz» ni en el nombre de la Secretaría ni en el de la Ponencia. Porque se ha impuesto la doctrina del PSE de que «la paz es esto». Julen Arzuaga, de EH Bildu, recordó que sigue habiendo mucho sufrimiento y que, además, antes y ahora se provoca por parte del Estado con total impunidad.

Según Jonan Fernández, ha de darse un «tratamiento integral» a todas las vulneraciones de derechos y a sus víctimas, pero eso debe conjugarse con «valoraciones específicas», escritas en plural pero singularizadas: «Por su prolongación en el tiempo –relató–, su intencionalidad de imposición política, por perpetuarse tras la Transición y la amnistía general, por el acompañamiento socio-político con que ha contado y, sobre todo, por la gravedad e intensidad del balance de daños humanos e irreparables producido, la violencia de ETA requiere una valoración expresa de su injusticia, especialmente, del daño injusto causado a las víctimas y sus familias».

La portavoz de Elkarrekin Podemos, Pili Zabala, dijo que con esas palabras «me siento humillada» y recordó el padecimiento sufrido durante tantos años y el que todavía no tenga reconocimiento. Recordó los miles de casos de tortura. Y también los muchos foros a los que es invitada y solo se habla de ETA.

Jonan Fernández le respondió que ya sabe Pili Zabala que «hemos actuado con todas las víctimas». Pero que «ese párrafo», esa «reflexión», obedece a una «disfunción» que también causa dolor a algunas víctimas. Y lo explicó diciendo que si ahora en el Parlamento se hiciera una declaración de condena del GAL, de la tortura o del franquismo «no habría problema» para aprobarlo por unanimidad, pero «si lo hiciéramos sobre ETA tendríamos un problema. Eso es así, y es una realidad que no podemos obviar».

La realidad que no se puede obviar es también que, por ejemplo, el PP se ha opuesto a declaraciones de ese tipo, su Gobierno ha recurrido decretos y leyes, el Ministerio del Interior bordea la prevaricación con el no reconocimiento de algunas víctimas y actúa con manifiesta inhumanidad contra presas y presos. Y, sin embargo, cuando cuatro grupos, entre ellos EH Bildu, firman un mismo escrito para la creación de la ponencia de convivencia, al día siguiente el lehendakari, Iñigo Urkullu, le pide explicaciones a EH Bildu y no al PP, que votó en contra. Y ayer, cuando el propio Jonan Fernández hablaba de la necesidad de hacer «una reflexión crítica sobre el pasado», miraba más hacia los parlamentarios de EH Bildu que hacia otros.

Las conculcaciones de derechos humanos de ETA merecen una «valoración expresa» y al terrorismo de Estado y a las torturas se les llama «abusos policiales». Julen Arzuaga reprochó a Jonan Fernández que cuando lo reduce así está minimizando el sufrimiento de muchas víctimas. «Es una forma breve de decir algo más amplio», se justificó. Otro botón de muestra del espíritu con el que este gobierno aborda la memoria.