El preso vasco Manu Azkarate se ha valido de una visita con sus allegados para denunciar la situación de «incomunicación total» que está padeciendo desde el pasado lunes, día en el que fue hospitalizado debido a una erisipela en su pierna ulcerada.
El preso ha informado a sus familiares de que la policía que le custodia no le deja, a instancias del director de seguridad de Soto del Real, realizar llamada telefónica alguna a su abogado, a pesar de haber tramitado la pertinente solicitud. Argumentan para ello que las llamadas telefónicas no pueden ser intervenidas en el hospital.
Azkarate también les ha trasladado que su pierna está mejor y el trato médico es «correcto», aunque la visita solo haya durado 45 minutos y no han podido hablar en euskara, al contar con presencia policial.