«Yo sufrí abusos sexuales en mi adolescencia por parte de ‘Kakux’», narra el hombre que ha contado a ETB los abusos sexuales que sufrió por parte del ex vicario general de Gipuzkoa, Juan Kruz Mendizabal, cuando tenía 14 años.

La víctima explica que, cuando sucedieron los abusos, en unas colonias de verano, no supo cómo reaccionar, a pesar de que considera que otros monitores allí presentes hubieran podido ayudarle. «No creo que ni hoy en día tengamos las herramientas para poder detectar este tipo de cosas», añade.

El hombre explica que, en el momento, siguió viviendo su vida y fue en la edad adulta cuando decidió hacer frente a lo que le había ocurrido, ya que estaba afectado a su vida. 

Ya de adulto, señala que «tuvo de frente» al sacerdote y le dijo que «le había hecho mucho daño cuando era niño, que no lo hiciera de nuevo» y «puso las cosas en su sitio».

Espera que su testimonio pueda ayudar a otras víctimas.

Según ha indicado ETB, esta persona no ha denunciado el caso ante la justicia eclesiástica, porque no cree en la Iglesia, ni ante la jurisdicción ordinaria, ya que los hechos están prescritos.

Munilla

En una rueda, el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, se ha referido a los abusos sexuales llevados a cabo por Mendizabal después de que los periodistas le hayan preguntado por el caso del que dio cuenta en su rueda de prensa del 12 de enero, del que ha dicho que «no hay nuevos datos».

Munilla ha recordado que habló «claro, suficiente y potente» en la rueda de prensa que ofreció el pasado 12 de enero tras conocerse aquel nuevo caso, ocurrido en 1994. «Nuestra transparencia en este tema es total y completa», ha asegurado.

El prelado donostiarra ha vuelto a pedir «a quien pueda verse afectado» que «vaya a sede judicial y que así lo manifieste allí».

Además, ha anunciado que «si en algún caso hubiera algo más que comunicar y que dar a conocer» lo harán, pero «en este momento eso es suficiente».

Cuestionado sobre el segundo proceso canónico anunciado contra Mendizabal, Munilla ha afirmado que «obviamente cuando la Iglesia pone las cosas en marcha no se queda paralizada» y, por tanto, «se ha puesto en marcha», pero aún no ha finalizado, porque «estas cosas son largas».