Joseba VIVANCO

Mejor no salir de casa

La falta de pegada y de agresividad ayer se unen al infortunio de las lesiones de Laporte y de un Aduriz que dejó al equipo con diez.

VALENCIA 2

ATHLETIC 0

 

«Todo lo que podía salir mal, salió mal. Espero que podamos llegar a casa sin que nos pase nada…» (Frank Clark, entrenador del Nottingham Forest tras perder 7-0 contra el Blackburn).

El permisivo González Borbalán señaló el final del partido, incluidos tres eternos minutos de prolongación, y al seguidor rojiblanco al otro lado del televisor o del aparato de radio le invadió un desasosiego difícil de explicar, entre el cabreo monumental acumulado, una resignación tan indulgente como la imagen de su propio equipo y una confirmación de lo que es esta campaña barrunta para los leones. «Cuando las cosas se tuercen, nunca sabes hasta dónde van a llegar a torcerse», fue la primera reflexión a pie de campo de un Gorka Iraizoz que no tuvo culpa alguna en la sangrante derrota en Mestalla, y sangrante no por el marcador final, ni siquiera por los infortunidos acontecidos, sino por la pobrísima imagen mostrada, solo edulcorada por el pundonor demostrado con diez menos durante 35 minutos, y que al menos sirvió para que los valencianistas no hicieran sangre de un Athletic superado por las circunstancias y que lleva camino de batir récords negativos lejos de su feudo. Desde la 2007-08 no enlazaba cuatro partidos seguidos a domicilio sin marcar, y es el equipo menos goleador fuera de casa. Ayer desnudó sus porqués.

Un mal resultado que no sabemos hasta qué punto deja tocado al equipo para seguir viajando con confianza lejos de San Mamés. La alineación del Athletic venía muy mediatizada por el encuentro continental del jueves y por el que devolverá a los chipriotas en cuatro días. Ernesto Valverde revolucionó su once metiendo piernas y pulmones, y fió, como otras veces, la primera mitad a llegar al descanso con un resultado abierto para después dar entrada a jugadores de mayor peso y apretar al rival en ese segundo acto. Muchos cambios en el equipo, una línea de ataque inédita con Raúl García y Muniain como vanguardia, además de Eraso y Lekue en las alas.

Alguien dijo que «los camareros son los únicos profesionales con licencia para hacer uso de la libreta y el bolígrafo». Ellos y los entrenadores. A la media hora de juego Txingurri, en una imagen poco habitual, tomaba notas a pie de césped porque no le gustaba lo que veía. Sí lo visto hasta esa clarísima ocasión tirada por la borda por Lekue, que al minuto 12 se plantó ante Diego Alves y se ‘cagó’. Parada del brasileño y a la jugada siguiente, Nani, el único jugador de la Liga que quedaba con más de 40 tiros intentados y dos o menos goles anotados, no fallaba como otros ante Iraizoz, aprovechando la clamorosa pérdida de balón en la salida de un indolente Iturraspe. Nueva titularidad para el de Matiena tras sus recientes apariciones pero al que este error puede condenar, como suelen expresar de manera gráfica los técnicos, ‘al camión’.

Hasta ese minuto de juego los dos equipos mostraron una clara vocación ofensiva, momentos de mucho ritmo, rápidas combinaciones, velocidad en uno y otro bando, pero con un Valencia más agresivo, encimando constantemente a los bilbainos y sacando rédito a su mejor condición técnica para superar las líneas rojiblancas. Enzo Pérez, que debió ver la amarilla por una grosera entrada a Lekue, repartía estopa a la par que barría balones, como barrió San José a un Laporte que a la media hora debió dejar su sitio a Etxeita por una fuerte cotusión en un costado que no debiera impedirle estar ante el APOEL. Segundo infortunio tras el gol, que sembró dudas en los leones y, al revés, confianza a los valencianos.

Dar la cara con diez

La tímida reacción bilbaina la enarboló un Muniain de dulce que giró la cabeza y nadie seguía, porque Raúl era un islote que conociéndole acabó con los calzones más rumiados que los de San José en el portal de Belén, Lekue lo había dicho todo, Eraso no entraba en juego y De Marcos estaba más preocupado de que Nani no le cogiera la espalda como le pasó ante los chipriotas. Romos en ataque salvo las pinceladas del de la Txantrea, un Valencia que parecía jugarse mucho más ganaba casi cada duelo individual, mordía en cada metro, desbrozaba cualquier bosque de piernas que saliera al paso, y el Athletic ni encontraba juego, ni pases, ni portería. Visto lo visto, aprovechó el Valencia para estirarse en los minutos finales, como en un pase atrás que cortó Etxeita y el posterior remate atrapó Iraizoz.

Llegar al descanso era el objetivo, trazar la hoja de cambios a la vuelta e ir decididos a por los chés. Pero rebasado el minuto 45, enésimo despeje de la zaga bilbaina que vuelve a ganar la medular local ante unos desubicados San José e Iturraspe, y que en tres vertiginosos toques planta al italiano Zaza ante Gorka para cobrar el segundo, el primero suyo desde mayo de 2016 cuando jugaba en la Juventus.

Gol que no varió la determinación del Athletic a la hora de volver de vestuarios con ganas de morder y la primera llegada de De Marcos al fondo del campo y centro acabó con un par de remates inconclusos, como el que al poco no acertó a conectar Lekue. Apenas cinco minutos y doble cambio, adentro Aduriz y Williams; solo tres duró el donostiarra sobre el césped, dolorido tras notar un pinchazo que con los cambios agotados dejaba a Athletic a la heróica, con diez hombres durante 35 minutos. Empresa casi imposible en la que los bilbainos no dudaron en embarcarse, aprovechando que el Valencia, tras malgastar algunas llegadas, se dejó ir y permitió al Athletic creer. Pero fue hasta esa nueva ocasión a la media hora en que Williams se fabricó él solito la jugada, autopase de espuela mediante, se plantó ante Alves y demostró la razón por la que está necesitando de media unos 20 remates para hacer gol, y el contador debió de ponerse a cero de nuevo tras marcar al APOEL.

Enésima ocasión marrada esta temporada, los rojiblancos tenían claro que bajar los brazos no entra en su catecismo y aun con diez siguieron apretando a un equipo levantino conformista que contó con alguna ocasión más para ampliar el marcador. No fue así, el pitido final de González Borbalán fue un alivio para todos. El Athletic tomó camino de vestuarios con la cabeza gacha, maldiciendo la oportunidad perdida, la ganga de Lekue que pudo variar el rumbo del partido, la lesión de Aduriz y la sensación de que no logra revertir su mala dinámica lejos de casa. Infortunio ayer sí, pero solo en parte. Porque el equipo sigue con muchas dudas. El jueves es un buen día para despejar alguna, sobre todo ante quienes ya les dan por eliminados.

 

Valverde: «Un minuto ha decidido el partido»

Ernesto Valverde no tuvo regalo de cumpleaños por su récord de partidos en el banquillo rojiblanco. «Me encantaría decir unas palabras maravillosas, pero hemos perdido 2-0». Sobre lo sucedido en el césped de Mestalla, señaló ese minuto clave en que su equipo pudo adelantarse y, en cambio, lo hizo el Valencia. «Ha habido una situación en un minuto que ha decidido un poco cómo iba el juego; hemos tenido la opción de Lekue y en la siguiente han hecho el gol. Porque hemos empezado bien, nos sacudíamos su presión, llegábamos, pero ellos con el gol se han tranquilizado, han confiado en su presión y ahí no hemos tenido una buena reacción. El primer tiempo iba por un camino pero no hacíamos peligro. En el descanso podíamos rehacernos, pero con el 2-0 ya era difícil. Lo hemos intentado, luego la lesión de ‘Adu’ y con diez hemos arriesgado y tenido opciones. Lo pensaba, pensaba que podíamos meternos pero no lo hemos hecho a pesar de pelear hasta el final. El equipo ha hecho un gran esfuerzo, y lo peor es que tenemos dos lesionados. Veremos su alcance». El técnico reconoció, en cualquier caso, que «nos ha faltado profundidad y contundencia. Nos han hecho gol en una presión y luego nos ha costado mucho superar su centro del campo. Al Valencia, por su situación, si le llegas mucho le desestabilizas, pero se han ido creciendo, estaban muy motivados y nos han apretado bien. Les he visto bien y tienen buenos jugadores». Respecto a quedarse sin cambios tras la lesión de Aduriz, asumió que «siempre suelo reservarme algo y hoy me he arrepentido a los dos minutos». Un Aduriz reservado de inicio porque «es un jugador al que hay que cuidar, tiene una edad y luego pasan estas cosas que se trata de evitar». También Williams «andaba con alguna molestia y no quería arriesgar».

Por su parte, Eneko Bóveda también indicó que «en ese minuto cambia el partido totalmente, y luego ellos se han crecido. Nos han entrado dudas de cómo jugar y se nos ha empezado a ir el partido».J.V.

 

Aduriz, con rotura de fibras, 3-4 semanas fuera

Aduriz sufre una rotura de fibras en el isquio de su pierna derecha, por lo que estará fuera entre 3 y 4 semanas. En el caso de Laporte, se trata de una fuerte contusión que no debería impedirle estar ante el APOEL el jueves.

 

Marcelo Bielsa firma por el Lille para dos años

Marcelo Bielsa será el nuevo técnico del Lille a partir del 1 de julio, según informó el club francés. Firma para dos años y llega a un club con dinero para invertir y donde el argentino tendrá la mano libre que no tuvo en Marsella.