Sare ha advertido de la grave situación de Oier Gómez, encarcelado en la prisión de Meaux. «La vida de Oier corre peligro. Tiene un tumor maligno con metástasis, y su situación requiere de un gran cuidado médico; entre otras cosas, radioterapia, quimioterapia y kinesiterapia permanentes», han destacado Ikerne Altuna e Inaxio Oiarzabal, quienes han recordado que el informe de los médicos señala que su situación «no es compatible con estar en prisión».
En una rueda de prensa, han alertado de que, además de Gómez, hay otros doce presos vascos gravemente enfermos, tal como recoge el último informe de Jaiki Hadi. Han citado los casos de Manu Azkarate y Aitzol Gogorza, que han sido hospitalizados, y el de Ibon Iparragirre, que, después de morir su padre, ha sido alejado a Madrid «sin realizar prueba médica alguna».
«Por si esto fuera poco, lo que hemos sabido de la circular interna de Instituciones Penitenciarias no preocupa aún más. En ella, se afirma que solo liberarán a los presos vascos gravemente enfermos cuando estén al bode de la muerte. Esto demuestra que continúan funcionando por encima de su propia legislación y de los pactos internacionales, sobre la base de la excepcionalidad, además de con ánimo de venganza. Esta política penitenciaria sigue manteniendo la inhumanidad como razón de ser. Y esto, hay que denunciarlo con contundencia».
Por ello, Sare ha convocado una manifestación nacional el próximo 8 de abril en Gasteiz bajo el lema «Larriki gaixorik dauden euskal presoak etxera!». «Nuestro deseo es que sea lo más multitudinaria posible. Porque lo que están haciendo con esto presos es de una gran injusticia, además de ser una gran inhumanidad», han añadido, y han anunciado concentraciones el próximo martes. La cita de la mañana tendrá lugar frente al Hospital Donostia.