El 13 de marzo pasado, apenas dos días después de los incidentes de Iruñea, el Juzgado de Instrucción número 4 de la capital navarra emitió un auto en el que se inhibía en favor de la Audiencia Nacional, abriendo así la puerta a calificar los hechos como «terrorismo». El tribunal especial aceptó el día 24 la competencia del caso, por el que se ha encarcelado a tres jóvenes de Orereta y se detuvo a un cuarto menor de edad. Sin embargo, posteriormente (este miércoles pasado) la jueza de la AN Carmen Lamela ha hecho público otro auto en el que matiza que desconocía que la decisión de Iruñea estaba recurrida. Y reprende a ese juzgado por «no informar de que la resolución no había alcanzado firmeza».

Pese a todo ello, la jueza Lamela ratifica la aceptación de la competencia para investigar el caso. Sin embargo, de momento devuelve a Instrucción 4 de Iruñea las actuaciones originales y le hace ver que «está obligado a continuar practicando todas las diligencias necesarias para comprobar el delito, averiguar e identificar a los posibles culpables, resolver sobre la situación personal de los investigados y proteger a los ofendidos o perjudicados por el mismo».

En Altsasu no

Se da la circunstancia de que en el caso de los hechos de Altsasu se produjo la misma circunstancia y sin embargo la jueza Lamela no formuló crítica alguna. La Audiencia de Nafarroa acaba de reclamar a la AN la competencia sobre esa trifulca de bar.

La defensa de los cuatro jóvenes de Orereta ha recurrido tanto la inhibición de Iruñea como la aceptación por la AN.