Según señala la sentencia, R. G. se abalanzó «con ánimo libidinoso» sobre una mujer en la calle Tafalla, cuando esta se encontraba sentada en la acera a las 6:00 horas del día 12 de julio esperando a la ambulancia, ya que sufría dolor debido a su artrosis. «Aprovechando dicha circunstancia y que la señora A. se encontraba sola y apenas se podía mover», el condenado la tumbó en el suelo, le tocó los pechos con fuerza, para después salir huyendo cuando vio que llegaba la ambulancia.

Uno de los voluntarios de la DYA que acudían en respuesta a la llamada de la víctima vio cómo se escapaba y logró atraparle. Gracias a ello, el condenado pudo ser juzgado y se le ha condenado a un año de prisión e inhabilitación y abonar una indemnización de 1.500 euros.

La acusación particular solicitaba una pena de cinco años y una indemnización de 3.000. La reducción de la compensación económica se ha debido a que el Juzgado considera que no se ha constatado ningún perjuicio sicológico ni tratamiento para paliarlo, por lo que solo se la indemniza por «daño moral y perjuicios».