El texto, similar al que presentó ayer miércoles la mayoría política y sindical de Hego Euskal Herria, indica en su preámbulo que «el desarme de ETA, de carácter irreversible, completo, unilateral y sin condicionamiento político, es un hito básico dentro de un proceso final ordenado y definitivo de la violencia».

Este hecho «permitiría avanzar de manera fundada en un nuevo tiempo de presente y de futuro basado en la convivencia», y las instituciones «pueden coadyuvar a consolidar un contexto facilitador del objetivo de desarme final».

Por ello, la Cámara autonómica insta a ETA a realizar «en el más breve espacio de tiempo un único acto de desarme unilateral, completo, definitivo y verificado». Además, solicita a la Comisión Internacional de Verificación (CIV) que «continúe desarrollando sus buenos oficios» y valora «favorablemente» la implicación de la sociedad civil.

El Parlamento invita al Gobierno de Lakua a «continuar desarrollando gestiones de apoyo a un acto de desarme final con garantías de legalidad y seguridad», y llama a los ejecutivos español y francés a «coadyuvar» en ese mismo objetivo.

El pasado 28 de marzo, el Parlamento de Nafarroa también aprobó un documento por el desarme, del que se desmarcaron UPN y PP.

Ronda de intervenciones

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha subrayado que «este pueblo no está en deuda con ETA por dejar las armas», sino que es ETA la que «está en deuda con este pueblo», al que «debería pedir perdón».

Egibar, que ha considerado que con el desarme hay quien ha vuelto a plantear el tema de «los vencedores y los vencidos», ha lamentado que aún exista «mucho odio entre nosotros», y ha reconocido que hay que seguir «dando pasos» y trabajar para lograr «la convivencia y la normalización política». También ha reclamado que se clarifiquen «todas las vulneraciones» de derechos.

Julen Arzuaga (EH Bildu) ha considerado que ETA se convertirá este sábado en una organización «desarmada e inocua», que no supone un riesgo «para nada ni para nadie». Frente a quienes han tratado de «ridiculizar» el desarme e «imponer la venganza y el castigo», ha pedido que los Estados español y francés «no pongan más obstáculos».

«Es una buena noticia, y en esta sociedad, en los últimos decenios, no ha habido muchas buenas noticias», ha manifestado, tras lo que ha confiado en que este sea «un primer paso para laa convivencia y la normalización política», aunque ha lamentado que «desafortunadamente, siguen existiendo otras expresiones de violencia».

Lander Martínez, de Elkarrekin Podemos, ha advertido de que «se equivocan» quienes pretenden hacer ver que el sábado «hay algo que celebrar» y quienes tratan de situar el protagonismo «en algo que no sea la paz y las víctimas». Ha agradecido la labor de los agentes sociales que, con su implicación en el proceso, han «suplido» la «falta de diligencia» de los Gobiernos español y francés.

Jose Antonio Pastor (PSE) ha considerado que ETA lleva mucho tiempo «desarmada moral y socialmente», y ha señalado que la entrega de sus arsenales, aunque «tardía», debe contribuir a «una nueva reparación» de sus víctimas ayudando a «aclarar los asesinatos sin resolver».

Ha manifestado que con la iniciativa aprobada este jueves se pretende evitar que el del sábado pueda convertirse en «un acto de reivindicación de ETA. Nada le debemos, nos lo debe todo».

El presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso, ha tildado de «disparate democrático» un texto que «humilla» al Parlamento y pretende «colaborar» con quienes quieren «camuflar la derrota de ETA». Ha subrayado que «lo que hay que condenar es la raíz perversa de la ideología que sostenía a ETA».