El dato es más que esclarecedor. De los raquíticos 14 puntos que acumula la escuadra navarra después de treinta jornadas disputadas, la mitad los ha cosechado en envites jugados contra otros equipos vascos en calidad de visitante. Arrancó su primer triunfo –y hasta anteayer el único– en Ipurua, allá por mediados de octubre pasado, cuando sorprendió al Eibar (2-3). Firmó una gran primera mitad para después sufrir en el empate cosechado en San Mamés quince días después (1-1) y el miércoles volvió a conocer el sabor de la victoria (0-1) en Mendizorrotza, gracias a un zapatazo de Berenguer. Los de Vasiljevic no pudieron puntuar en Anoeta, donde también hicieron unos muy buenos primeros 45 minutos, en medio de un gran temporal de lluvia.

Perea, el trigesimotercero

Luis Perea se convirtió en el trigesimotercer futbolista que emplea Osasuna en lo que se lleva de la presente campaña. El joven pivote madrileño, que recaló este pasado verano en la disciplina rojilla proveniente del juvenil del Atlético, debutó en Mendizorrotza ante las numerosas bajas con las que contaba el equipo navarro. El de Alcalá de Henares jugó los últimos veinte minutos, en los que pudo comprobar que «en Primera hay mucho ritmo y tienes que estar todo el rato concentrado, cualquier error lo pagas».

Con tan solo 19 años, su máxima aspiración es seguir creciendo como futbolista. «Estoy disfrutando del debut, pero mi pensamiento ya está puesto en el partido que tengo el sábado con el Promesas en Asturias. Tengo que seguir trabajando y, cuando me necesiten, estar preparado para subir», asumió.

Por otro lado, parece que el hecho de que Sergio León se tuviese que retirar antes de tiempo solo ha quedado en una sobrecarga, además de que ayer tanto Roberto Torres como Vujadinovic pudieron entrenar con el resto del grupo, lo que les da opciones de estar disponibles para el domingo.