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Ruidosa concentración de policías forales y locales contra el anteproyecto de ley

Un grupo de policías forales y locales se ha concentrado ante la sede del Gobierno de Nafarroa para mostrar su rechazo al anteproyecto de Ley de Policías que está preparando el Ejecutivo. Con sirenas y silbatos han protestado contra el anteproyecto, mientras pedían la dimisión de la consejera de Interior, Mari Jose Beaumont, y su equipo.

Un momento de la concentración de policías forales y locales ante la sede del Gobierno de Nafarroa.
Un momento de la concentración de policías forales y locales ante la sede del Gobierno de Nafarroa.

Minutos antes de las doce del mediodía, hora prevista para la concentración, un grupo de agentes se ha concentrado ante el Gobierno tras una pancarta en la que se podía leer ‘Policías de Navarra contra el anteproyecto de Interior’.

La concentración era seguida por varios forales de la unidad de antidisturbios y numerosos curiosos que se han congregado en el lugar.

Los concentrados lucían txapelas rojas y gorras de policía local y portaban también diversos carteles en los que se señalaba ‘Beumont utzi pakean’, entre otros eslogans.

También ha coreado gritos como ‘Que se vayan’, ‘No es no’, ‘Sí se puede’ y ‘Una policía no es política’.

De esta manera han protestado contra el citado anteproyecto, que es rechazado por varias centrales sindicales, hasta el punto de que han pedido su retirada, mientras el Gobierno insiste en la idea de que se debe seguir negociando el anteproyecto presentado.

En una nota entregada a los periodistas, los convocantes rechazan la «imposición» del proyecto que «institucionaliza por ley recortes importantes de los derechos de los trabajadores de la seguridad pública que no se habían sufrido ni en los peores años de la crisis económica que hemos padecido».

Estos recortes, a su juicio, «ocultan la verdadera razón que hay detrás de este sinsentido, y que no es otra que la nula apuesta por el desarrollo competencial de las policías de Navarra -cada una en su ámbito de actuación- y el escaso interés» por estos funcionarios.

Al respecto, el presidente de la Comisión de Personal de la Policía Foral, Santiago Arraiza, ha explicado que en este proceso «no ha habido negociación. Pusieron encima de la mesa un anteproyecto que entendíamos que era excesivo porque querían tapar las carencias de personal de Policía foral haciéndonos trabajar más horas», cuando la solución propuesta por los sindicatos es el ingreso de nuevos policías, como ocurre con otros colectivos de la administración.

Además, el texto presentado por el Gobierno «no entra al modelo policial, que es una de las cosas que venimos reclamando desde hace muchos años. Queremos saber qué es la Policía foral, para qué sirve y hacia dónde va».

También dejan «muy maltrechos» a los policías las medidas sobre condiciones laborales, ha subrayado Arraiza, quien ha incidido en que la media de edad de los agentes autonómicos es de 45 años, lo que augura que sin entrada de nuevos efectivos, «de aquí a cinco años tendremos un verdadero problema».

En cualquier caso, y de salir adelante la ley tal y como se plantea, ha tenido un mensaje tranquilizador hacia los ciudadanos, a quienes ha advertido: «Somos funcionarios y somos policías. Seguiremos trabajando con la misma actitud con la que hemos venido trabajando siempre. Que no quepa duda, que nadie va a hacer dejación de sus funciones».

En cualquier caso, el representante de CCOO Javier Ojer ha advertido de que si el Gobierno aprueba mañana el anteproyecto «pasan la patata caliente al Parlamento», donde Podemos e I-E (dos de las cuatro formaciones que apoyan al Gobierno) deberán posicionarse pese a haber avanzado que «no aprobarían algo que no cuente con una mayoría sindical a favor».