El cuadro astuariano es un rival directo y afronta su visita a El Sadar como una final y una de las últimas opciones que le quedan para intentar alcanzar al Leganés, que marca la línea de la salvación. Los rojillos, de sumar un triunfo, se pondrían a dos puntos del Sporting y meterían cierta presión a los pepineros, que tienen un difícil compromiso en Villarreal.
La reciente estadística respalda las opciones navarras. Los rojiblancos han caído en cuatro de las cinco últimas ocasiones que han visitado el escenario iruindarra, tres de ellas en Liga con ambas escuadras en Primera y una cuarta en Copa.
El último precedente entre los dos equipos data de hace más de dos años, entonces en la categoría de plata. Osasuna, que acabó sufriendo, fue superior al Sporting, que ascendió, pero el marcador final reflejó un raquítico empate a cero.