Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA

Hollande se va, sus ideas y apoyos se reciclan para la era de Macron

Emmanuel Macron tomará hoy posesión de su cargo para convertirse en el presidente más joven de Francia, y también en el primero que accede al Elíseo sin tener un partido consolidado a sus espaldas. La designación de los candidatos de su formación a las próximas elecciones legislativas ha abierto el primer desencuentro con su aliado centrista.

La actitud amable y hasta desenfadada que ha adoptado el presidente saliente, François Hollande, hacia su sucesor, Emmanuel Macron, en las jornadas previas a la ceremonia de traspaso de poderes, que tendrá lugar hoy en el Elíseo, no ha pasado desapercibida a nadie.

La solemnidad de los dos actos oficiales en los que han coincidido ambos –las conmemoraciones del armisticio de la II Guerra Mundial y de la abolición del esclavismo– no impidió que, particularmente el mandatario socialista se mostrara muy cercano a su sucesor, hasta el punto de provocar una cierta incomodidad en el joven político que hoy tomará las riendas de la jefatura del Estado.

La derecha republicana, y también la ultraderecha que desbancó a ésta en la segunda vuelta de las recientes elecciones presidenciales, reprocharon a lo largo de la campaña a Macron su proximidad ideológica con Hollande. Marine Le Pen empleó apodos diversos para remarcar que, en lo esencial, ambos comparten filiación política.

Los desmentidos del líder de En Marche a lo largo de la campaña debían confirmarse, en pura lógica, con las primeras decisiones del nuevo presidente.

A la espera de que se conozca, en las próximas horas, el nombre de la persona que liderará el primer gobierno de Macron, un punto de referencia clave para tratar de interpretar cómo va a actuar el presidente era la nominación de sus candidatos a las ya cercanas elecciones legislativas (11-18 de junio), ésas en las que el nuevo mandatario deberá dotarse de la mayoría que le permita sacar adelante su programa, con atención principal a las reformas socioeconómicas.

Renovación con matices

Desde las filas del partido de Macron, rebautizado como La République en Marche, se remarcaba que ese proceso de investidura estaría guiado por una voluntad de refundación de la vida pública, y por la vocación de incorporar a la tarea parlamentaria a representantes de la llamada sociedad civil.

La formación publicitaba, con profusión, ese doble objetivo, y ponía fecha a la presentación de la lista completa de candidaturas. El pasado jueves, sin embargo, el partido de Macron no pudo cumplir con ese primer compromiso ante el electorado.

La duda en ese momento era si el cambio de planes obedecía a la falta de experiencia del aparato macronista, o más bien a su dificultad para hacer encajar el discurso con la realidad.

Finalmente, la comisión presidida por Jean-Paul Delevoye desvelaba un listado estrictamente paritario, compuesto de 428 nombres. Y destacaba que la mitad de esas personas no han ejercido antes cargos representativos y el 95% «no son parlamentarios salientes».

Ese mensaje se apoyaba en un gesto de fuerte repercusión mediática, la decisión de no contar con el ex primer ministro Manuel Valls, quien se había ofrecido a postular como candidato «para contribuir a la tarea de dotar de mayoría» al que fuera ministro de su gobierno.

En una decisión salomónica, los macronistas rechazaban la oferta de Valls, aunque le dejaban la puerta abierta a presentarse por su cuenta, con la garantía añadida de que no tendrá oponente. No era un gesto aislado, ya que el pacto de no agresión propuesto a Valls puede hacerse extensible pronto a otros políticos en búsqueda de recolocación, en su mayoría del PS, aunque también a algunos derechistas. Es el caso de Bruno Le Maire, Marisol Touraine, Stéphane Le Foll, Nathalie Kosciusko-Morizet, Thierry Solère o Myriam El Khomri.

Macron sigue así actuando en modo compatible, para vaciar a un partido herido, el PS, y complicar la vida a una derecha republicana que aspira, cuanto menos, a recuperar peso y forzar quizás una cohabitación.

Aun a costa de provocar una crisis con su socio de primera hora, el centrista François Bayrou, el nuevo presidente hacía un regalo a su antecesor en el cargo, al facilitar el reciclaje de nombres destacados de su mandato. Eso sí, todos ellos con el denominador común de no compartir ni de lejos las propuestas de giro a la izquierda que preconizaba el candidato oficial del PS al Elíseo, el derrotado Benoît Hamon, que en verano tratará de hacer resurgir a su campo fundando un nuevo movimiento político.

Hoy Emmanuel Macron entrará en el Eliseo y François Hollande saldrá de palacio. Aunque, a tenor de lo actuado por el nuevo mandatario en su primera semana como presidente electo, cabe pensar que, tras el ritual de la transmisión de poderes, buena parte del recetario liberal y no pocas de las caras que han marcado el impopular mandato de François Hollande seguirán estando muy presentes en la vida política francesa.

 

Marka berriaren beldur, alderdi klasikoek kanpaina azkartu dute Euskal Herrian

Frantziar Estatuan bezala, azkeneko legegintza-hauteskundeek olatu arrosa eragin zuten Euskal Herrian ere. Alta, heldu den ekaineko bozetan zailtasun franko izanen dituzte hautetsi sozialistek. Hala eta guztiz ere, Colette Capdevielle eta Sylviane Alaux diputatuak beren eserlekua atxikitzen ahaleginduko dira. Capdeviellek herenegun egin zuen bere lehenengo hauteskunde ekitaldia Bastidan. Egun berean, Alaux-en eserlekua hartu nahi duen Les Republicains-eko Maider Arosteguyk bere kanpainari hasiera eman zion Biarritzen. Anartean, Florence Laserre (MoDem) izanen da Macronen ordezkari Capdevielle hautatua izan zen barrutian.

Kasurik hoberenean, aliantzak beharko lituzkete jarduneko legebiltzarkide sozialistek. Edonola ere, lehentasunezko aliatu duten Europe Ecologie-Les Verts alderdiarekin aski gaiztotu dira azkenaldian. Momentuz, ekologistek beren hautagaiak aurkeztuko dituzte lehenengo itzulian. Hartara, barruti mistoan ( euskal-bearnesa) Veronique Zenoniren ordezkoa izanen da egun Bordelen kontseilari den Alize Leizagezahar baxenabartarra. Bosgarren hauteskunde-barrutian, berriz, Thibault Pathias Lehuntzeko zinegotzia izanen da zerrendaburu. Azkenik, seigarrenean Sophie Bussiere Baionako abokatuen elkarteko kideak ordezkatuko ditu ekologistak.

Bestalde, Jean-Luc Melenchon presidentegai gisa sostengatzeko sortu zen France Insoumise (FI) mugimendu ezkertiarrak ordezkariak aurkeztuko ditu lehen aldikoz. Alderdi Komunistak desmartxa kritikatu du, akordioak egiteko deia zabalduz, baina era berean bere hautagaiak izendatuz.

Gauzak horrela, frantziar ezkerraren gaitz kronikoa, hots, zatiketa, errepikatzeko arriskua handia dago departamendu mailan. Hori bereziki larria izan daiteke Fronte Nazionalak gora egiteko aukera handiak dituenean, baita euskal hauteskunde eremuan ere. Hala, Ortzaizen bizi den Gilles Hustaix hautatu du FNk zerrendaburu laugarren hauteskunde-barrutian; Jean-Michel Iratchet eskualde kontseilaria bosgarrenean eta PACA deituriko frantziar hego-ekialdeko eskualdean urte luzeak eman ondoren Senperera bizitzera etorri den Sylviane Lopez proposatu dute eskuin muturreko hautagai gisa seigarrenean.

Beren burua logika frantziar-estatal horretatik kanpo kokatzen duten hautagai abertzaleek helburu propioak finkatuko dituzte ekaineko hitzorduari begira. Euskal Herria Bai koalizioak eredu sozio-ekonomiko berri baten alde eginen du, beti ere erronka ekologikoa aipatuz. Erakundetzeak eta konponbide prozesuak indarra hartuko dute bere kanpainan.

Anita Lopepe, Laurence Hardouin eta Peio Etxeberri-Aintzart izanen dira bere ordezkariak laugarren, bosgarren eta seigarren barrutietan.

Azkenik, Beñat Arrabit, Laurent Martin eta Jean Telletchea izanen dira EAJ-PNBko hautagaiak frantziar legebiltzarrerako bozetan. M.U.

 

Primeros marcajes desde el FMI y la UE

Las principales instituciones internacionales, políticas y financieras, acogieron con satisfacción la elección del socioliberal Emmanuel Macron como nuevo presidente francés, destacando especialmente su compromiso con el proyecto europeo. Tras esos saludos, esta semana llegaban otros mensajes, que adquieren ya la forma de un discreto marcaje. Desde Bruselas, la Comisión Europea recordaba a Macron –quien defiende un plan de recortes de 60 millardos– que debe trazar una política destinada a situar el déficit de su país, de manera estable, por debajo del 3%. En la misma línea, el portavoz del FMI, William Murroy, recomendaba al nuevo mandatario francés que aborde con celeridad la cuestión de la reducción de la deuda pública y le conminaba a aprobar reformas en el mercado de trabajo «para revertir las cifras del desempleo». M.U.