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Domínguez defiende la reversión de las cocinas del CHN para «mejorar la calidad»

El consejero de Salud, Fernando Domínguez, ha afirmado que la reversión total de las cocinas de Complejo Hospitalario de Nafarroa estaba «en el horizonte» del Ejecutivo, una medida que comienza este jueves día 1 de junio con el «principal objetivo de mejorar la calidad de la alimentación».

Instalaciones de las cocinas del Complejo Hospitalario de Nafarroa (CHN). (Idoia ZABALETA/ARGAZKI PRESS)
Instalaciones de las cocinas del Complejo Hospitalario de Nafarroa (CHN). (Idoia ZABALETA/ARGAZKI PRESS)

«Era algo que estaba en nuestro horizonte», ha garantizado Domínguez, que ha matizado que es «rigurosamente falso» decir que el Ejecutivo no contemplaba la reversión total de las cocinas del CHN, puesto que «sí había intención de hacerlo».

El consejero, que ha comparecido en comisión parlamentaria para explicar los planes del Gobierno respecto a este servicio, ha indicado que, a partir de este jueves, el CHN asumirá «de manera íntegra» todo el servicio de alimentación, desde la adquisición de alimentos hasta la producción de las comidas, pasando por labores auxiliares de emplatado, distribución y limpieza.
Además ha manifestado que con esta medida se contempla la contratación de 140 profesionales y una previsión de costes anuales de 6,9 millones de euros.

«El principal objetivo que persigue el departamento de Salud con la reversión de las cocinas es mejorar la calidad de la alimentación en el Complejo Hospitalario de Navarra como elemento esencial de apoyo en muchos procesos de recuperación de las personas», ha afirmado.

Tras reconocer que el concurso quedó desierto, ha matizado que Osasunbidea «ya tenía hechos los deberes desde el año pasado», cuando se realizó «un estudio detallado, anterior a anunciar la reversión parcial», analizando las diferentes opciones.

«Existía ya un importantísimo trajo previo que detallaba todas las acciones en caso de apostar por la reversión total», ha asegurado.

El consejero ha explicado que se defenderá un criterio no economicista, la reducción del alimento procesado y el incremento de productos de proximidad.

Asimismo, ha puntualizado que el sistema elegido será de línea fría, combinando la cocina tradicional con los actuales sistemas de conservación, recurriendo a la refrigeración hasta el momento del consumo.

Por UPN, Sergio Sayas ha criticado la «irresponsabilidad», «falta de rumbo» e «improvisación constante con la que está actuando este consejero y departamento». Tras denunciar que «la cacicada es la forma de actuar de este gobierno», ha lamentado que es una «medida sectaria e ideológica que no se puede justificar». «La única razón para tomar esta decisión es el sectarismo ideológico -ha advertido-, les da igual que el servicio funcione o no».

El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha recordado que a la formación le ha «preocupado» esta situación desde 2012, año en que UPN «sin ningún motivo ni razón suficiente, ni justificación mínimamente digna y coherente, privatizara las cocinas». Así, ha denunciado que UPN «hizo oídos sordos» a las quejas emitidas y ha considerado que la reversión es «un paso adelante».

La parlamentaria de EH Bildu Bakartxo Ruiz, que ha aseverado que «hay que tener una geta de cemento para hacer el alegato insostenible» mantenido por Sayas, ha recordado que el Gobierno de UPN llegó a tener «encima de la mesa 3.000 quejas e hicieron caso omiso». Además, ha trasladado que la reversión es una «buena noticia» porque finaliza una etapa «que nunca debió comenzar».

En nombre de Podemos, la parlamentaria Tere Sáez ha apostillado que la reversión total era la única solución posible, pues la parcial carecía de «viabilidad», y que supone un coste «necesario» pues está destinado a «mejorar la vida de las personas».

Por el PSN, María Chivite, que ha asumido que «el proceso de privatización se hizo mal», ha criticado que el Ejecutivo «venga a presumir de un proceso de publificación que no había intención de hacer» pues el servicio «seguiría siendo privado si alguien hubiera accedido».

«Si no hubiera habido intención de seguir privatizando, no sacas dos pliegos de contratación», ha manifestado, tras lamentar que «ha sido una chapuza desde el principio».

Por el PP, Javier García ha criticado la «improvisación, desgobierno e irresponsabilidad» del Ejecutivo, así como los «intereses políticos» con los que actúa.

La parlamentaria de I-E Marisa de Simón ha subrayado que la reversión es «un gran paso adelante», porque la privatización «fue un error», aunque la formación hubiese preferido un «proceso más ordenado».