El germen del proyecto para traducir el poema ‘Nire aitaren etxea’ a lenguas de todo el mundo fue «un lamentable e imperdonable despiste mío» recuerda Oroz. «Tenía yo cita una mañana de verano, creo que de 1971, en Pamplona con José Esteban Uranga, de la Institución Príncipe de Viana, para ver si conseguía su ayuda para la publicación de mi tesis doctoral sobre la lírica religiosa de los trovadores provenzales. Coincidí entonces con un joven que salía del despacho de José Esteban, a donde yo quería entrar. No nos conocíamos. Unicamente intercambiamos un lacónico ‘Buenos días’. José Esteban me dijo que el joven era el conocido poeta Gabriel Aresti», rememora desde Alemania, país donde ejerció como profesor de universidad.
«Acicalado por la rabia de mi ignorancia –prosigue–, fui inmediatamente a una librería de la plaza del Castillo y compré su librito ‘Harri eta Herri’. Leí y releí en casa la poesía que más me impresionó, ‘Nire aitaren etxea’, hasta aprenderla de memoria. Y esa poesía no me ha abandonado».
Patxi Oroz Arizcuren nació en 1935 en Beriain, pueblo situado a diez kilómetros de Iruñea que entonces apenas tenía 30 casas. Sus primeros contactos con el euskara fueron en la escuela, donde daba clases una maestra euskaldun de Auza, aunque el propio Oroz recuerda que en Beriain ya empleaban palabras vascas de forma corriente, como ‘a ordea’, ‘birika’, ‘bizkar’, ‘buztin’, ‘linar’, ‘otamenar’, ‘biligarro’, ‘anderete’, ‘llashorri’, ‘gardabera’, ‘atxun’, ‘txintxur’, ‘zulo’, ‘otabera’ y muchas más.
Tras realizar el Noviciado en Roma, Patxi Oroz estudió en la Escuela Superior de Teología, cerca de Bonn. Después dejó el seminario, siguió los estudios en la universidad, se casó y en 1988 obtuvo la cátedra de Filología Hispánica en la Universidad de Tubinga, cargo que desempeñó hasta su jubilación en el año 2000.
La filología y la música han sido sus grandes pasiones, y de hecho es autor de un centenar de publicaciones y de otro centenar de composiciones musicales. A Patxi Oroz no se le olvida el día en que cantaron el poema de Gabriel Aresti, con ritmo de zortziko, en un concierto en el Teatro de Tubinga.
También recuerda el día en que Willi Brandt asistió en la sala magna de la universidad a un acto político, poco antes de la unificación de Alemania. «Mi coro, Romania Cantat, interpretó el zortziko mientras se recitaban traducciones de ‘Nire aitaren etxea’ a varias lenguas. La Radio de Tubinga y la prensa comentaron positivamente ese evento», rememora este beriaindarra.
En 1983, tras la riada que hizo estragos en Gernika, preparó una publicación de 29 páginas con la traducción de ‘Nire aitaren etxea’ a 17 lenguas y el zortziko, con el fin de recoger fondos para ayudar a los damnisificados. «El título era ‘Gabriel Arestiri omenaldia. Tubingae anno MCMLXXXIII’. Todas las librerías de Tubinga, a excepción de una que no quiero recordar –matiza Patxi Oroz– vendieron con ese fin el librito. Al alcalde de Gernika se le enviaron 4.000 marcos».
Ese mismo año presentó en Iruñea, en el X Congreso de Euskaltzaindia, una colección de traducciones de la poesía a 150 idiomas, trabajo que fue alabado por Koldo Mitxelena. Las primeras traducciones fueron al alemán, francés, catalán, gallego y occitano, y la última ha sido la traducción al Pigdin (Tok pisin).
En total, Patxi Oroz ha conseguido unas 740 traducciones de ‘Nire aitaren etxea’, lo que le convierte, tras la Biblia, en el texto literario más traducido en todo el mundo. Dos de las traducciones más curiosas son las realizadas al chino, cuyo autor es Show-chun wang, y a jeroglíficos egipcios, obra de la egiptóloga Ingrid Gamer.
«Esperando una mano generosa»
En el año 1987 se publicó en el Attempto Verlag de la Universidad de Tubinga el primer tomo del proyecto ‘Carmen Vasconium plus quingentis linguis versionibus aut characteribus redditum et impressum – Poesía de Gabriel Aresti en más de 500 lenguas. I: Linguae Europae’.
Ese tomo comienza con el texto en euskara del poema de Aresti y un prólogo de Antonio Tovar, y la última traducción, la número 140, es del esperantista Stefan Maul, que comienza así: ‘La domon de mia patro defendos mi’. Esta edición está completamente agotada.
«Los otros tomos previstos en este proyecto, con traducciones a lenguas de los otros continentes, están esperando archivados a que una mano generosa y un equipo valiente y emprendedor se enfrente a esa ingente tarea», comenta Patxi Oroz desde Alemania.
En el año 2000, con motivo de su jubilación en la Universidad de Tubinga, preparó para los asistentes una selección con 40 traducciones de ‘Nire aitaren etxea’ titulada ‘Lenguas de la Cuenca del Mediterráneo. Sprachen des Mittelmeerraumes’.
En 2005 Patxi Oroz fue nombrado ‘Ohorezko euskaltzain’ por sus trabajos en filología vasca, y en la actualidad, camino de cumplir los 83 años, está poniendo música a numerosos refranes vascos, especialmente de la conocida edición de 1596.