Maite UBIRIA BEAUMONT
baiona

Las urnas deciden si Macron tendrá una batuta o una apisonadora

El presidente francés, Emmanuel Macron, pasa hoy su primera reválida en las urnas. Lo hace con una sola duda: la dimensión de su «mayoría presidencial». Todos los sondeos confortan su más alta ambición, pero la ciudadanía debe decidir si le pone algún contrapeso o avala que la Asamblea Nacional sea un mero altavoz del amo del Elíseo.

La ciudadanía del Estado francés está llamada este domingo a renovar los 577 escaños de que se compone la Asamblea Nacional. En once circunscripciones, las situadas en el extranjero, los electores y electoras votaron hace una semana. Y la primera vuelta del escrutinio está también en marcha desde ayer en las colonias («territorios de ultramar»), en razón de la diferencia horaria con la metrópoli.

En los distritos extranjeros, la abstención llegó al 80%, pero, aunque las elecciones legislativas son, comparativamente hablando, mucho más abstencionistas que las presidenciales, no se espera que la movilización de voto caiga a mínimos históricos en la Metrópoli. Ello, entre otras cosas, porque estos comicios no tienen parangón con los escrutinios de los últimos años.

Desde la reforma de 2002, es cierto, las elecciones al Parlamento tienen un carácter prácticamente ratificatorio, al situarse inmediatamente después de la elección presidencial. Así, los dos últimos presidentes, Nicolas Sarkozy y François Hollande pudieron beneficiarse de ese cambio de ley adoptado, precisamente, para dotar al inquilino del Elíseo de una mayoría sólida y ahorrarle una embarazosa convivencia con un jefe de gobierno no adepto a su ideario.

A paso de legionario

La ruptura, al menos en lo formal, del bipartidismo que ha regido en el Estado francés desde la instauración de la V República (1968) ha alterado el guión, por la eclosión de nuevos actores. Las elecciones de hoy tienen un sabor a reválida para la République en Marche (LREM) de Emmanuel Macron, pero también un regusto de revancha para otras formaciones, como France Insoumise (FI) y, por descontado, para el Frente Nacional (FN). No en vano, el veterano timonel, Jean-Luc Mélenchon, y la lider ultraderechista, Marine Le Pen, son candidatos.

El cuarteamiento del escenario político da un aliciente nuevo a estas elecciones. Y los actores, nuevos o viejos, tienen objetivos muy marcados, aunque no todos podrán colmarlos.

El FN aspira a que su paso a la segunda vuelta presidencial le refuerce para ser la oposición del viejo sistema –dentro del que incluye al macronismo– y ello se traduzca en una presencia sólida en la Cámara.

El pacto republicano evitó en el pasado que ello ocurriera, pero las formaciones que, con sus más o sus menos, cerraron el paso al FN, son dos sombras de sí mismas. Les Républicains llega tocado al escrutinio, porque Macron se ha nutrido de personalidades de su campo para formar gobierno, como atesora el nombramiento de Edouard Philippe como primer ministro.

La situación es, si cabe más dramática para el PS, algunos de cuyos tenores han mendigado investiduras a Macron. La France Insoumise, que atesoraba un 16% a la salida de la presidencial, podría situarse bastante por debajo en esta ocasión (11-13%, según las encuestas).

El partido creado por Macron ha investido 525 candidatos. De ellos 178 son novicios, es decir no han ocupado o aspirado a puestos, según un recuento de “Le Monde”. Pese a que sólo un 34% de los investidos de LREM pueden abanderase en la renovación, la estrategia comunicativa ha funcionado, hasta el punto de que ningún sondeo hurta la victoria a Macron.

Seguro de sus cartas, el gabinete Philippe ha jugado hasta con la baza, a priori, más arriesgada, la reforma laboral. Una oportuna filtración en “Le Parisien” dio pie a Matignon a presentar un todavía vago calendario de reformas, con el que el macronismo reitera sus ansias reformadoras. Durante los meses de verano, el presidente y su gobierno se rodearán de agentes sociales, para pasar un mensaje de cooperación, pero, pese a quien pese, en otoño promulgarán los decretos-ley que cambiarán drásticamente las relaciones entre empresa y trabajadores. A partir de ahí, se abrirán otras carpetas sensibles: la seguridad social y las pensiones, que aspira a reformar, ya en 2018.

Emmanuel Macron está convencido de que los electores le darán para ello la batuta, aunque sea para dirigir una orquesta heteróclita, y con músicos cedidos por otros. Pero aspira a más. Quiere una apisonadora, una mayoría propia que por su calibre remita a las experiencias gaullista o mitterrandiana. Las urnas decidirán si premian su aparente osadía o si ponen coto a su incipiente arrogancia.

 

Olatu urdin argiak euskal hondartza noraino bustiko duen, galde nagusia baina ez bakarra

Presidentetzarako bozetan Estatu frantsesean zein Euskal Herrian aise irabazi zuen Emmanuel Macronek. Berezitasunak hauteskunde gaualdian bertan azaldu ziren: ultraeskuinak itzal txikiagoa izaten segitzen du euskal lurraldeetan.

Biharamunetik, aldeak areagotu egin ziren. Macronekin hala adostuta, François Bayrouren alderdiak, MoDem-ek, bere gain hartu zuen hautagaitzen kudeaketa, 64. departamendu osoan bezala, euskal hauteskunde-barrutietan. Izendapenek hautsak harrotu zituzten, baina kalapita horrek En Marche-ren emaitzak mugatuko ote dituen ala ez da zalantza nagusia. UDI alderdi zentristaren eta Les Republicains-en arteko itunik ez da izanen lehen itzulian. Egoera horretan, eskuinak izerdi ugari bota beharko du ere 2012ko olatu arrosa heldu arte «bere lurraldetzat» hartzen zuen seigarren barrutiaz berriz jabetzeko.

Bestalde, ekologisten eta sozialisten arteko akordiorik ere ez da, eta Front de Gauche-PCFko hautagaiak parez pare izanen dituzte hautagai intsumisoak. Gauzak horrela, gaurko bozetako berezitasun azpimarragarriena abertzaleen eskutik etor daiteke. Azken urteotan bere langak etengabe gainditu ditu EH Baik. Egoera aldakor honetan, inoiz baino gertagarriagoa dirudi hautagai abertzale bat bigarren itzulian izatea. Itsasotik, agian, haize berria dator.

Orotara 43 hautagairen artean hautatuko dute euskal herritarrek eta, segur aski, hiru diputatu berriak nortzuk diren jakiteko ekainaren 18ra arte itxaron beharko da.M.U.

 

Algunos duelos electorales tienen un morbo especial

La primera vuelta tendrá múltiples focos, pero hay escenarios que despiertan especial interés. Pongamos Marsella, donde aterriza Jean-Luc Mélenchon para tratar de arrebatar el escaño a Patrick Menucci (PS). Media docena de ministros se juegan el tipo, con mención especial para el titular de cohesión territorial, Richard Ferrand, tocado por un affaire y para la ministra para Europa, Marielle De Sarnez, paracaidista de MoDem en París. Y, cómo no, está la batalla de todos contra Manuel Valls. En la variopinta oferta del distrito de Essone, un músico, un humorista y el bretón que abofeteó al ex primer ministro.