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May dice a los tories que «yo os metí en este lío y yo os sacaré de él»

Ante unos diputados conservadores furiosos por el revés sufrido en las legislativas del jueves y ante los que se juega su futuro, la debilitada primera ministra británica, Theresa May, les aseguró que continuará al frente del Gobierno porque «yo os metí en este lío y yo os voy a sacar de él». Para ello negocia ya con el unionista ultraconservador DUP.

Muy debilitada tras haber perdido su mayoría absoluta en el Parlamento de Westminster, Theresa May rindió cuentas del fracaso en unas elecciones que ella misma había preparado para fortalecerse ante la negociación del Brexit. «Soy la persona que os ha metido en este lío y soy la persona que os va a sacar de él», afirmó durante la reunión con el Comité 1922, que agrupa a los diputados tories.

La líder conservadora se disculpó de nuevo ante sus colegas por el desenlace de los comicios y dijo que seguirá sirviendo al frente del Ejecutivo «mientras le quieran». Ya el domingo May desafió a quienes le instan a dimitir, determinada a seguir gobernando y confirmó que pensaba empezar las negociaciones del Brexit conforme a lo planeado. Según uno de los diputados presentes en la reunión, May se mostró «sincera» en sus disculpas, «pero no de rodillas».

Boris Johnson, renovado en Exteriores, negó los rumores que apuntaban a que pretende suceder a May y rechazó la posibilidad de nuevas elecciones o un segundo referéndum.

El ministro del Brexit, David Davis, también renovado en el cargo, apoyó a May, aunque matizó que algunos elementos del programa electoral de los tories serán eliminados. Por el contrario, según Davis, nada ha cambiado en cuanto al Brexit y afirmó que una salida del mercado único europeo es necesaria «para retomar el control» de las fronteras británicas y que sigue existiendo la posibilidad de que no se alcance un acuerdo.

En Bruselas, el negociador europeo, Michel Barnier, abordó ayer con responsables británicos cuestiones como fechas u organización de las negociaciones, ante la inquietud sobre un eventual retraso del inicio formal, previsto para el 19 de junio.

Para numerosos analistas y políticos, el resultado electoral podría obligar a May a abandonar la idea de un Brexit «duro» y mantener al país en la unión aduanera y en el mercado único europeo. En cualquier caso, May está más lejos de negociar desde una posición de fuerza.

En primer lugar, tiene que entenderse con el Partido Unionista Democrático (DUP) del norte de Irlanda, cuyos diez diputados permitirían a los tories (318 diputados) superar los 326 escaños necesarios para gobernar mal que bien.

Esta perspectiva ha provocado fuertes críticas debido al extremo conservadurismo del DUP, que se opone ferozmente a cuestiones como el matrimonio homosexual y el aborto. Además, plantea interrogantes sobre la neutralidad del Gobierno británico en el norte de Irlanda, que aún vive fuertes tensiones. La líder del DUP, Arlene Foster, afirmó que trabajará con May para lograr un acuerdo de Gobierno que ofrezca estabilidad en un «momento de desafíos» y añadió que está manteniendo «contactos positivos».

 

Adams advierte del perjuicio del pacto con el DUP en el norte de Irlanda

Sinn Féin advirtió de que cualquier acuerdo entre el DUP y Theresa May será negativo para los intereses del norte de Irlanda. Su presidente, Gerry Adams, instó a las fuerzas progresistas a rechazar cualquier pacto entre los unionistas y los tories ingleses que socave el acuerdo del Viernes Santo. Recordó que el propio primer ministro irlandés, Enda Kenny, y su sucesor, Leo Varadkar, han mostrado su preocupación por la posibilidad de que May y el DUP lleguen a un acuerdo. GARA