El pasado 15 de octubre se puso en marcha la iniciativa Ireki, y arrancó una recogida de firmas con dos objetivos concretos: «que las personas presas, exiliadas y deportadas se pusieran camino a casa cuanto antes, y que las situación de estas personas volviera a tener su lugar en la agenda de la clase trabajadora». «Al principio en los centros de trabajo y más tarde en la calles, cientos de trabajadores y trabajadoras han ayudado a recoger esas firmas solidarias», han señalado Julen Mitxeltorena y Ana Sebal Agirregabiria, que han comprobado cómo «tras ofrecerles la oportunidad de firmar, miles de trabajadoras de diferentes filiaciones, origen e implicación han firmado a favor de las personas presas».

Al término de una manifestación convocada en Gasteiz, han explicado que la recogida de firmas ha puesto de manifiesto que «los y las trabajadores hacen suya la idea de que las personas presas, exiliadas y deportadas deben de ponerse camino a casa». «¡Qué ya toca!», han añadido antes de anunciar que en los últimos ocho meses han recogido 79.383 firmas. «Todas estas firmas tienen un gran valor cualitativo, y nos gustaría que incidiesen en la resolución de las personas presas», han destacado.

En este sentido, han avanzado que dejarán estas firmas en manos del Foros Social, en el que participan organizaciones sindicales y agentes que trabajar por los derechos de los represaliados vascos. Así, «la próxima semana depositaremos en sus manos todas las firmas recogidas como aportación cualitativa a la hoja de ruta de consenso, que quiere lograr con diferentes agentes postulados y sindicales para superar esta situación».

Para finalizar, han realizado una última petición a las personas reunidas en Zaramaga: «Ireki termina su andadura, pero muy a nuestro pesar todavía no hemos traído a casa a las personas presas. Por eso, os animamos a que continuéis con la misma ilusión y ganas que habéis demostrado con Ireki, a que participéis con la misma generosidad en las diferentes iniciativas que se impulsen con la finalidad que de los presos, exiliados y deportados vuelvan a casa».