Dabid LAZKANOITURBURU

Dimiten dos ministros del Gabinete Macron por investigación judicial

Investigadas por desvío de fondos y nepotismo, dos figuras del Gabinete del inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron, han renunciado a sus ministerios dos días después del cierre de un larguísimo calendario electoral y en vísperas del arranque real de una nueva Presidencia que ha perjurado hacer de la moralización de la política uno de los ejes de su mandato.

Silvie Goulard, ministra de Defensa francesa, anunció sorprendentemente ayer su intención de no formar parte del Gabinete dirigido por el primer ministro, Edouard Philippe.

Goulard, que aceptó el cargo el 17 de mayo tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que auparon a Macron al Palacio del Elíseo, dimitió dos días después de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, que han otorgado a la Republique En Marche (REM) del presidente una mayoría aplastante en la Asamblea Nacional y horas antes de que el inquilino del Elíseo perfile un Ejecutivo definitivo para afrontar una legislatura en la que ha prometido priorizar la ejemplaridad en política, quizás como compensación a un programa de reformas económicas y laborales que se anuncian draconianas en el próximo quinquenio.

La ya exministra y hasta hace poco diputada en el Parlamento Europeo, está siendo investigada por los tribunales en un caso abierto contra su partido, el centrista MoDem, por desvío de fondos, concretamente por emplear a sus asistentes como eurodiputada para misiones internas en su formación.

El presidente francés «está enfrascado en el proyecto de restaurar la confianza en la ación pública (...) y eso está por encima de cualquier consideración personal», señaló Goulard.

Da la casualidad de que la investigación preliminar que apunta a la ya exiministra es la misma que persiguió, ciertamente que con escasa repercusión, a la candidata del ultraderechista FN, Marine Le Pen, sospechosa de financiar a su secretaria y guardaespaldas con dinero de la Eurocámara, en la que ha sido diputada.

François Bayrou, interpelado

En medio de una eterna campaña electoral marcada por escándalos de desvío de fondos y, sobre todo, por un nivel de abstención activa y de apatía de proporciones desconocidas, el Gobierno Macron presentó la semana pasada un proyecto de ley para reflejar las reglas éticas en el ejercicio de la representación política.

El problema es que su responsable, el ministro de Justicia, François Bayrou, es el líder de MoDem, quien la semana pasada aseguró tajante que «nunca han existido» empleos ficticios o fondos desviados de asistentes parlamentarios europeos en su formación y que ayer interpretó la dimisión de Goulard como una «decisión personal».

La denuncia de un excolaborador anónimo de MoDem fue destapada por el semanario “Le Canard Enchaîné” y el alcalde de Pau reaccionó llamando a Radio France para quejarse por emitir un reportaje sobre el tema, lo que le valió una llamada al orden del primer ministro. Philippe desmintió que haya problemas con Bayrou y evocó la imagen del Gabinete como «una orquesta con distintos instrumentos y personalidades» aunque no descartó la inclusión de ministrables desde las filas de la derecha de Les Républicains.

Patada hacia arriba a Ferrand

Y es que la también ministra centrista Marielle de Sarnez (Asuntos Europeos) está salpicada por el escándalo.

Y a Philippe y, sobre todo al presidente, no les tiembla el pulso. Richard Ferrand, histórico diputado del PS por Bretaña y uno de los primeros en sumarse a la marea Macron, fue «agraciado» el pasado lunes con una patada hacia arriba que le lanza del Ministerio de Cohesión Territorial a la presidencia del grupo parlamentario de REM.

Ferrand es investigado por los alquileres de locales a una empresa gestionada por su mujer cuando aquél estaba al frente de las mutuas de Bretaña.

Sin Goulard ni Ferrand, y con De Sarnez y ¿Bayrou? en entredicho, hoy tendrá lugar algo más que una remodelación técnica del Gabinete Macron.