Así lo han puesto de manifiesto los responsables de Tráfico y Seguridad Vial del Gobierno navarro que, junto a la consejera de Interior, María José Beaumont, han presentado en conferencia de prensa nuevas iniciativas para aumentar la seguridad vial de los ciclistas, una decisión que nace de la preocupación ante la a veces problemática convivencia entre vehículos y bicis en las carreteras.

Por ello, y en colaboración con la Federación Navarra de Ciclismo, se ha realizado un estudio de las rutas más frecuentadas por los ciclistas y se han elegido en principio seis carreteras para actuar progresivamente, una la que transcurre por el puerto de Markalain, Ultzamaldea, puerto de Erro y Valles de Erro y Egues.

Las otras dos sobre las que inicialmente se actuará son las rutas de Ultzamaldea, Alto Bidasoa, puerto de Artesiaga y Esteribar; y la de los valles de Erro y Artze.

Más adelante se actuará en otros tres recorridos ubicados en Iruñerria y otros dos en la Zona Media, ya identificados, y para más adelante se dejan otros recorridos de la Ribera, que en estos momentos están siendo estudiados por la Dirección General de Interior con la colaboración de la Federación Navarra de Ciclismo.

Sobre los que ya se ha decidido actuar se ha medido tanto el tránsito de vehículos medios y pesados como la anchura de los arcenes, así como las jornadas y horarios más frecuentes tanto para los ciclistas como los automovilistas, entre otras circunstancias.

En ellas se instalará señalización específica de aviso de presencia de ciclistas, y se estudiará colocar paneles indicativos para recordar los 1,5 metros de distancia de seguridad que se deben respetar para adelantar a los ciclistas, así como la posibilidad de recomendar a automovilistas una velocidad inferior en algunos tramos o incluso reducir el límite en algunas horas o días de la semana.

También a los ciclistas se facilitará información, con la publicación de un catálogo y recomendaciones de carreteras que es mejor no emplear debido al volumen y tipo de tráfico que soportan, según el Ejecutivo navarro, que recuerda que en 2017 hay registrados 31 accidentes en el herrialde con ciclistas implicados, con dos muertos, dos heridos graves y 29 leves, la mayoría por caída de la bicicleta.

En 2016 se contabilizaron 110 siniestros de este tipo, que se saldaron con 18 personas heridas graves y 95 leves.

Al respecto, la consejera Mari José Beaumont ha reconocido la tradición de práctica ciclista y cicloturista existente en Nafarroa y el «aumento» constante de esta afición como medio de locomoción y como actividad deportiva, por lo que desde enero de 2016 se pusieron en marcha grupos de trabajo que han estudiado el aumento de la seguridad ciclista en diferentes ámbitos, para lo que se ha contado con expertos de varios cuerpos policiales, entidades locales y colectivos deportivos, entre otros.

Con todo, el Gobierno ya realiza la campaña institucional ‘Vive en bici de forma segura’ para fomentar el respeto y la convivencia en las carreteras entre los usuarios de diferentes medios de locomoción, con recomendaciones sobre la distancia de seguridad con los ciclistas, o la prohibición de conducir bajo la influencia de alcohol o drogas.

«En resumen, el Gobierno está trabajando activamente en el deseo de mejorar en todos los ámbitos el uso de la bicicleta impulsando medidas para promover la seguridad, la convivencia entre los usuarios y el respeto de las normas», ha subrayado.

Por su parte, el director del Servicio de Desarrollo de las Políticas de Seguridad, Toño García Malumbres, ha relatado el trabajo realizado en tres grupos específicos que han estudiado la situación en entornos urbanos, interurbanos, y la formación e información en este ámbito, respectivamente.

Con ello, se ha visto la necesidad en el primer ámbito de establecer «líneas maestras o directrices» que estandaricen las diferentes normativas existentes en ciudades y municipios, mientras que en el segundo ámbito se ha trabajado en la actuación de las seis rutas más frecuentadas a las que ha aludido antes la consejera.

El tercer grupo ha trabajado en identificar los «déficits de formación e información» de los ciclistas, «sobre todo en materia de prevención», para lo que ya se ha actuado con la divulgación de un folleto con recomendaciones de autoprotección.

Como ejemplo, García Malumbres ha señalado que unas 500 de las alrededor de 1.400 bicicletas controladas en una campaña específica se detectó que no portaban ningún tipo de dispositivo de alumbrado, algo obligatorio (luz trasera roja y delantera blanca) cuando se circula en bici por la noche.

En cuanto a las carreteras con mayor peligrosidad para los ciclistas, como la PA-30 o la NA-121-A, ha señalado que no se trata de prohibir el tránsito por ninguna, pero sí de «alertar» de la intensidad de algunos tramos para que puedan decidir el uso de otros alternativos, para lo que se editará un catálogo.