Su origen se pierde en el túnel de los tiempos, pero todavía hoy es fácil contagiarse del ambiente mágico que rodea a la noche de San Juan. Pese a que el solsticio de verano ya ha pasado, la Iglesia consiguió cruzar esta celebración pagana con la festividad del santo y hoy se hace honor a la llegada del verano desde lugares de medio mundo.

Y es que el solsticio de verano, el 21 de junio, ha sido reconocido y celebrado por muchas culturas a lo largo y ancho del mundo. De ello dan testimonio las grandes pirámides construidas por los antiguos egipcios de forma que el sol, visto desde la esfinge, se situase exactamente entre dos de las pirámides en el solsticio de verano.

La cultura inca celebraba su correspondiente solsticio de invierno con una ceremonia llamada Inti Raymi, que incluía ofrendas de comida y sacrificios de animales e incluso personas, y hace unos años, arqueólogos descubrieron restos de un observatorio astronómico en una ciudad maya en Guatemala, en la que los edificios estaban diseñados de modo que se alineaban con el sol durante los solsticios. Durante esos días,la población de la ciudad se resguardaba en el observatorio para controlar a su rey apareciendo en los cielos. De todos ellos, quizás el más famoso, el Stonehenge en Gran Bretaña, ha sido asociado con los solsticios de verano e invierno desde hace más de 5.000 años. Para muchas de las culturas antiguas, el solsticio de verano no era solo una excusa para festejar o rezar, se trataba de algo esencial para su existencia que se asociaba directamente con la agricultura, principal base del sustento alimentario. El solsticio de verano era un recordatorio de que las cosechas habían llegado a su punto álgido. Eran tiempos en los que el calendario era mucho más importante de lo que lo es ahora.

Este ritual es el que permanece, como una especie de homenaje ancestral en el que al principal protagonista, el sol, se le añadió el imperativo religioso de la purificación de los pecados. De ahí las hogueras y un sinfín de tradiciones ligadas al fuego.

El sol sagrado de los vascos

El sol –en euskara Eguzki, Ekhi, Eguzku o Iguzki, según el lugar– tiene un carácter sagrado en el mundo conceptual vasco y son muchas las creencias y costumbres de la mitología solar indoeuropea que se han asociado con la idea y el vocablo que el astro rey expresa en Euskal Herria, según Joxe Miel Barandiaran.

Algunas de las creencias recogidas por él antropólogo vasco por excelencia datan de tiempos muy lejanos. Estas son algunas de ellas: Quien camine descalzo sobre el rocío que cae esta noche quedará protegido de catarros y resfriados durante todo el año; las ramas de espino albar o fresno colocados en puertas y ventanas de una casa protegen el hogar contra los rayos; en el momento en que el sol ilumina el amanecer del día 24, las aguas de fuentes y arroyos están dotadas de poderes especiales para curar y brindar protección a la gente, o las plantas y flores recogidas en San Juan, utilizadas en infusión, tienen propiedades especiales para curar ciertas dolencias. A esta suerte de costumbres y otras más modernas como la de quemar un papel donde se haya escrito aquello que se quiera olvidar, pertenece la práctica de encender hogueras delante de las casas o en los cruces de caminos la noche anterior. Dependiendo del lugar, las fiestas de San Juan serán de una u otra forma, pero en ninguna de ellas falta el elemento central de la hoguera.

Eibar y Zarautz

Así sucederá en Eibar, localidad donde hoy, a las 12.00 horas, desde Untzaga, la concentración de cuadrillas se dirigirá en pasacalle hasta Urkizu dando preludio al chupinazo que a las 13.30 abrirá los festejos. En total, se han programado 103 actividades a lo largo de toda una semana. Los conciertos más populares estarán protagonizados por la banda japonesa Tokyo Brass Style (hoy, 23.00 en Untzaga) y el Alarde de Txistularis, entre otros. Este año no habrá festejos taurinos ni juegos de cuadrillas en la plaza de toros. Además del recibimiento a los Dulzaineros de Lizarra, las tamborradas de adultos y menores de hoy y maña son algunos de los actos destacados del programa.

Zarautz es otra localidad guipuzcoana que celebra fiestas próximamente, aunque en esta ocasión no hay hoguera. Son los sanpelaios, que se inician con el chupinazo que inaugura las fiestas, el 25 de junio. Zarautz vive así una de sus fiestas más grandes, con tamborradas, gigantes y cabezudos y cuadrillas con blusas que animan las calles de la villa. El día 26 de junio se celebra una romería en la pradera de Iñurritza que congrega a multitud de zarauztarras, y el día 27 los jóvenes recorren los caseríos del entorno acompañados de txistularis y acordeones. Es la tradición conocida como la Oilasko Bilketa.

Vivir los barrios

Las de Errekalde, en Bilbo, son fiestas de barrio con personalidad propia. Un barrio que no tiene santo al que acogerse ni falta que la hace, ya que como cada año desde hoy hasta el 2 de julio, “Auzotarrak” organiza un sinfín de eventos para todas las edades. La bajada de comparsas, a las 20.00 horas con Bitxodo Samba, desde Larraskitu, dará paso al pregón de fiestas a cargo de Ana Monje, histórica militante de movimientos sociales. También en el emblemático barrio de Donibane, en Iruñea, celebrarán los sanjuanes con desfiles y el baile alrededor de la hoguera y un programa festivo en el que cooperan vecinos y locales hosteleros del barrio.

Teas en Sondika y Leioa

Las antorchas iluminarán las calles de Sondika en esta noche de San Juan. Una tradición que convierte esta cita en uno de los actos principales y más bonitos de las fiestas en torno al solsticio de verano. El reparto de las antorchas tendrá lugar hoy, a las 22.15 horas en la biblioteca y se apagarán las farolas de las calles para dar un efecto más impresionante a la marcha de antorchas, que dura más o menos una hora y culmina en la tradicional fogata. A esto le seguirá un apretado programa de actos festivos. Como novedad, este año el Consistorio ha organizado un concurso a través de la app Sondika Zabaltzen.

También Leioa hace de los sanjuanes una semana de fiestas, ya adelantadas en su inicio que tuvo lugar ayer. Mari Pepa y Arlote dieron lectura al obligado pregón desde el ayuntamiento y las cuadrillas recorrieron las calles anunciando el inicio del jolgorio. Hoy, a la hoguera de San Juan frente al ayuntamiento le seguirá el tradicional espectáculo de akelarre y la romería en la zona de txosnas.

Son solo algunos ejemplos del ambiente que se extenderá por toda Euskal Herria. En zonas del interior y en la costa, raro es el lugar en el que no se enciendan fuegos en esta noche mítica. Cada año con más profusión, a las hogueras de los caseríos se añaden las fogatas que iluminan por una noche las playas del litoral. Fuego que indica que ya estamos en verano y preludio de una larga sucesión de festejos veraniegos. Para no perderse ningún evento, la programación más completa de estas fiestas puede consultarse en la web de Naiz: www.naiz.eus/agenda