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Trabajadoras de residencias insisten en que su conflicto laboral es también «social y de género»

Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia en huelga han asegurado este miércoles, tras la marcha de protesta que han realizado entre la Plaza del Arriaga y la Diputación Foral, que su conflicto ha desbordado «los límites de lo laboral» para ser también «social y de género».

Manifestación de las trabajadoras de residencias en huelga de Bizkaia en Bilbo. (ARGAZKI PRESS)
Manifestación de las trabajadoras de residencias en huelga de Bizkaia en Bilbo. (ARGAZKI PRESS)

En un comunicado leído ante los medios de comunicación al concluir la manifestación que ha recorrido el centro de Bilbo, las trabajadoras de residencias de Bizkaia en huelga han apuntado que «es la realidad de los cuidados, el trabajo invisible que históricamente hemos venido desempeñando las mujeres, sin reconocimiento social ni económico alguno, lo que este conflicto laboral y social quiere cambiar».

«Las mujeres de las residencias de Bizkaia hemos dejado el espacio privado y de ser invisibles y hemos irrumpido en el espacio público. Hemos tomado la calle para proclamar alto y claro que los cuidados son también un servicio público, que debe realizarse en unas condiciones de trabajo y vida dignas», han reivindicado.

Sin embargo, han censurado que las patronales, «como la Diputación de Bizkaia», pretendan que continúen «con el rol que impone este sistema». «Nos quieren invisibles y neutralizadas, porque así las empresas amigas de la Diputación mantienen y aumentan sus grandes beneficios de un negocio seguro», han censurado.

Asimismo, han lamentado que en los últimos meses, «con la Diputación como estilete, y la inestimable cobertura del Gobierno vasco y de las patronales», se han impuesto unos servicios mínimos del 90% y toda una maquinaria jurídica que, «lisa y llanamente, busca silenciarnos, neutralizarnos, ahogarnos y que nos rindamos». «Pero ante esta situación, queremos decir alto y claro al Ente foral, a las tres patronales del sector y al Gobierno vasco, que no nos van a doblegar, y que esta estrategia tampoco les va a servir», han insistido.

Acuerdo en Miravilla

Las trabajadoras en huelga han manifestado que «no van a parar» hasta lograr «de una vez por todas» que sus reivindicaciones, como las 35 horas semanales, salarios de 1.200 euros y más personal, «se plasmen en un convenio sectorial o en los convenios de empresa, como se ha logrado ya en la residencia Miravilla» de Bilbo.

Esther Saavedra, del sindicato ELA, ha dicho en declaraciones a Europa Press que «el acuerdo firmado en la residencia Miravilla pone de manifiesto que nuestras reivindicaciones son legítimas y, además, posibles».

Sin embargo, ha resaltado que desde esa fecha «no hemos tenido ningún contacto ni con la patronal ni con la Diputación, el tema está muy parado, lo que demuestra su falta de voluntad para solucionar esta situación».

Saavedera ha censurado que a través de los servicios mínimos se intenta «boicotear» la huelga, «pero seguiremos aquí hasta que el conflicto se solucione».