Esta cifra pone en relieve la mayor conciencia ciudadana que va existiendo cada año para no tirar los vasos de plástico ni otros residuos en la calle.

Del 6 al 9 de julio se han recogido 173 toneladas frente a las 188 de 2016. Estas cantidades son la suma de lo retirado del suelo; de la fracción de restos que a primera hora recogen los servicios municipales; de las papeleras rojas que coloca el Consistorio para las fiestas en numerosos puntos de la ciudad y de los nuevos contenedores también rojos de mayor tamaño, de 1.000 litros de capacidad exactamente, que por primera vez se han instalado en la zona de la Plaza del Castillo y de la avenida de Carlos III.

Si se tiene en cuenta los totales de toda esta recogida, las personas que trabajan en el Servicio de Limpieza municipal sitúan el descenso global en alrededor de un 8% menos. Y si se tiene en cuenta lo recogido también de contenedores, la disminución se sitúa entorno al 8%.

Con el objetivo de mejorar la limpieza y aumentar la cantidad de residuos generados en las fiestas que se reciclan, el Ayuntamiento trabaja este año con un nuevo camión especial que recoge los envases en las áreas en las que más se acumulan: en la zona de plaza del Castillo, avenida de Carlos III y avenida de Orreaga por una parte y en la zona de verde de la estación de autobuses por otra.

Ayer, por ejemplo, retiró cuatro toneladas de residuos de papeleras y contenedores que podrían ser trabajadas en planta para su reciclado. Así, se podría reciclar entre un 5 y un 10% más de la cantidad total que recoge el Ayuntamiento durante las fiestas.

Otro de los ámbitos en los que ha trabajado el Consistorio este año es en eliminar hábitos adquiridos por algunos responsables de establecimientos hosteleros que barrían la basura del bar a la calle y que dejaban las bolsas con los residuos en la puerta en lugar de llevarlas a los contenedores como es su obligación.

Tras los encuentros mantenidos con responsables del Servicio Municipal de Limpieza del Ayuntamiento de Iruñea y de la Mancomunidad de Iruñerria, estos hábitos han cesado lo que está permitiendo que las máquinas barredoras puedan hacer mejor su trabajo en calles como San Nicolás o San Francisco en las que se acumulaban las bolsas y la basura sacada de los interiores de los bares.